Kiko Matamoros y su hija Anita no mantienen ningún tipo de relación desde hace tres años. Por el momento, parecía que la situación no iba a cambiar hasta que todos los rumores han apuntado a que padre e hija podrían haberse encontrado a mediadios del pasado mes de abril en la casa de Laura Matamoros.
Las sospechas sobre este posible reencuentro surgieron cuando la influencer compartió en sus redes sociales, con pocos minutos de diferencia, imágenes de su padre y hermana en el hogar en las afueras de Madrid donde vive con su pareja, Benji Aparicio, y sus dos hijos.
El colaborador de televisión aclaraba entonces que "no" se ha reencontrado con la influencer en casa de su hija Laura, desmintiendo que haya habido un acercamiento con Anita: "¿De dónde ha salido eso? No es verdad", deslizaba.
En cuanto a si es cierto que han empezado a seguirse en redes de nuevo, Matamoros ha asegurado que también es mentira: "No he dejado de seguirla nunca".
Parece que todas las teorías que confirmaban esta reconciliación vuelven a ponerse patas arribas, y que de momento no volveremos a ver una estampa familiar al completo. Mientras tanto, Kiko sigue pendiente de su boda ya que en pocos meses pasará por el altar con Marta, por lo que queda mucho que organizar: "Somos previsores pero todavía falta y hay cosas que tenemos que rematar".
Tres años de distancia
Kiko Matamoros continúa sin mantener ningún tipo de relación con su hija Ana. Tanto es así, que en 2021, el colaborador no pudo aguantar la presión y acabó abandonando el plató de 'Sálvame' cuando abordaron en el programa la celebración del 21 cumpleaños de la influencer.
"No deseo nada malo a mi hija Ana, pero no quiero tener relación con ella... No quiero hablar de mi hija, por ella y por mí. Yo quiero lo mejor para mi hija y para todos mis hijos. Cuanto mejor le vaya, me alegro muchísimo y que sea feliz. Si con la pareja de su padre o madre no actúa correctamente... Hay que ser solidario", deslizaba entonces.
Desde que Makoke decidiera poner fin a su matrimonio con Kiko comienza a resquebrajarse la sintonía que existía entre Kiko y Anita. Ella era su ojito derecho, la hija con la que más tiempo ha convivido de sus cinco hijos, pero ella al igual que sus hermanos mayores, no dudó en poner tierra de por medio cuando comenzaron los ataques públicos entre ambos progenitores.