Hace dos años y unos pocos días nos enterábamos de la separación de Sara Carbonero e Iker Casillas, exfutbolista mostoleño, los cuales llevaban no poco tiempo juntos, después de más de 10 años y dos hijos, llegaba el anuncio de la separación el 12 de marzo de 2021, precedido por rumores de una crisis matrimonial, sin embargo, a diferencia de Preysler y Vargas Llosa, Carbonero y Casillas han mantenido una buena relación posterior al matrimonio.
“Hoy nuestro amor de pareja toma caminos distintos, pero no lejanos puesto que seguiremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados como hasta ahora lo hemos hecho. Es una decisión muy meditada y que tomamos de mutuo acuerdo”.
Ambos siguieron sus vidas, y Sara, la protagonista de hoy, retomó el periodismo, aparte de que a veces podemos verla protagonizando eventos o incluso prestando su voz para doblajes, pero también continúa involucrada con aquella empresa que fundó junto a su amiga periodista Isabel Jimenez, Slow Love SL, marca de moda que iniciaron con el objetivo de ofrecer a la gente “moda que llevara su esencia”.
La idea no dio frutos desde el inicio
Slow Love no se convirtió en lo que es hoy de la noche a la mañana, a los dos años se les sumó una tercera socia, Mayiris, una estilista que emprendería con ellas el camino a la grandeza, pero durante años lo único que cosechaban eran números rojos.
Durante 7 años se mantuvieron así, al margen del cierre, pero sin desistir en ningún momento, hasta que en el año 2020 la empresa pasó de estar a cargo de las periodistas, a ser vendida al grupo Tendam, los propietarios de Cortefiel, y un gigante de la moda en Europa, el cambio se hizo notorio en menos de un año, para comparar, en el 2020 cerraron con 122.000 euros en números rojos y un patrimonio neto de 305.000 euros, si nos vamos a 2021, 9 meses después, las ganancias fueron de 714.455 euros, con un patrimonio neto más de 5 veces lo que era hace unos meses, con un valor de 1.747.953, los números hablan por sí solos.
Una decisión acertada
Para el gusto de Isabel y Sara, las dos ahora pueden enfocarse en lo que realmente les apasionó y motivó a iniciar esta cruzada, la moda, se mantienen trabajando en la parte creativa de la empresa sin preocuparse por hacer cuentas.
“Podríamos ser la portada de un disco, pero no… Felices de poder compartir que ya somos parte de la familia Tendam. Isabel y yo seguiremos al frente de la dirección creativa de Slowlove y continuaremos apostando por la moda 100% sostenible y esa filosofía tan nuestra del ‘slow life’. Gracias a Tendam, pero, sobre todo, al equipo Cortefiel por confiar y creer en un proyecto tan bonito y ser parte ahora de su dirección operativa”.