MasterChef ha sido un programa evidentemente longevo en el tiempo, el concurso culinario se las arregla para amasar espectadores año tras año, edición tras edición, pero sin embargo, a veces los números no son los mejores, el estreno de la última edición, la cual sigue en curso y se espera finalice en junio aproximadamente, teniendo el presupuesto más grande de la historia del programa, tuvo solo una base de espectadores de 1.495.000, o un 15.4% de cuota, medio millón menos que el año anterior, mucha gente ha dejado de ver el programa, y entre esos, resalta una figura conocida del mundo culinario.
“El mejor cocinero mediocre del mundo”, o como se llama realmente, David de Jorge, mejor conocido como Robin Food, ha ido claro y al punto: “a mí no me interesa ‘Masterchef'”, frase que dijo en una entrevista para Esquire a finales del año pasado, comenta que “me parece cojonudo el servicio que hace y lo que entretiene a la peña”, pero pone prioridades, “yo me meto en la cama temprano porque madrugo y porque tengo que defender mis historias”.
“La gilipollez no está solo en la alta cocina”
La crítica no va únicamente hacia el programa, pues Robin Food dice que “la gilipollez no solo está en la alta cocina. También en la música, en la literatura, en el día a día, en la escalera de tu casa…”, la misma razón, por la cual ya no asiste a ceremonias de premios, pues respecto a eso declaró lo siguiente: “Dabiz llegará a casa, cerrará la puerta y a él y a la Pedroche les entrará el descojone: ‘Hostia que soy mejor cocinero del mundo. Sácate una Chiquilines, ponte un Cola Cao y vamos a cenar que estoy hasta los cojones de tanto trampantojo…’”, haciendo referencia a la última vez que fue a recibir un premio de manos de Dabiz Muñoz.
En dicha entrevista, David hacía gala de su característico sentido del humor, además de su forma bastante clara de ver las cosas, soltaba a Esquire otros comentarios, como una forma bastante curiosa de describir el arte de la gastronomía: “es el arte más amargo, la gastronomía y la comida, estamos todo el día comiendo y bebiendo para olvidarnos del último pedo que nos hemos agarrado o del último empacho que nos hemos metido entre pecho y espalda”, y luego se queda tan ancho cerrando la entrevista con un “me cago en la puta comida tío, todo el día engordando con lo que cuesta luego adelgazar”.
Robin Food, un nombre que encaja bastante con su cocina
La cocina de David de Jorge es de tipo popular, ya lo ha demostrado, como hace ya más de 10 años en 2011, cuando el 18 de junio de dicho año hizo el filete ruso más grande del mundo, con unas proporciones por antonomasia desorbitadas, con un peso de 400 kilos y un grosor de 2.5 centímetros, el inconmensurable filete fue posteriormente dividido en 4.000 raciones que se dieron a los espectadores.