“Yo le digo a mi madre que descanse, pero ella no quiere ver su agenda vacía, (...) lleva desde 1959 trabajando sin parar”, decía Manuel Velasco en Viva la Vida hace algún tiempo. Y es que Concha Velasco tenía el sueño de llegar al final de sus días activa, haciendo lo que más le gustaba hacer, dedicándose al escenario. Sin embargo, a sus 83 años, no podrá cumplir esa promesa. Su estado de salud se ha vuelto tan delicado, que no solo ha tenido que bajarse de las tablas, también ha dejado de percibir el sustento que necesita y ahora pide dinero.
Poco antes de cumplir 82 años, Concha Velasco seguía trabajando en una obra de teatro y hacía oídos sordos a las recomendaciones de sus hijos. En cuestión de meses, el declive físico se hizo notar, por lo que sus hijos tomaron la decisión de internarla en una residencia donde pudiera recibir las atenciones necesarias y estar en vigilancia todos los días. Concretamente, en la residencia de mayores Orpea Punta Galea, situada a las afueras de Madrid. A pesar de recibir cuidados constantes, tuvo que ser ingresada en la clínica Puerta de Hierro en varias ocasiones.
La realidad es que la actriz no se encuentra bien de salud. Según comenta Informalia, padece un malestar agudo en el aparato digestivo del que no ha podido recuperarse. Eso sí, está consciente de su situación y se comunica perfectamente con las personas que la rodean. Por ese motivo suele estar apesadumbrada y distante. “Cada vez habla menos”, le informaron al citado medio. Aunado a eso, no está recibiendo muchas visitas y le preocupa su situación económica. Al parecer, ha tenido que pedir dinero.
Concha Velasco atraviesa dificultades económicas
Para ser una de las intérpretes de cine, teatro y televisión más notables de los últimos años y la más activa, Conchita debería haber pisado la vejez con un fondo de respaldo muy sustancioso. En realidad, debería tener una fortuna de varios dígitos. No obstante, se sinceró en algunas entrevistas y comentó que ganó tanto como malgastó. El dinero no se le fue de las manos viviendo bien, sino en proyectos fallidos que hizo junto a su esposo, Paco Marsó. La pareja intentó invertir en producciones teatrales y musicales sin éxito. Destinaron grandes cantidades que, al final, la dejaron en números rojos.
En la sección informativa de El Confidencial dieron con uno de los grandes problemas que sufre Velasco en la actualidad. Debe pagar una mensualidad de 2500 euros para permanecer en la residencia y tener los tratamientos acordes a su estado de salud. Su pensión no es suficiente para hacer frente a ese gasto, por lo que se ha visto en la penosa situación de pedir dinero y vender lo que le quedaba.
Ya no trabaja y no le queda ningún bien inmueble, hace mucho vendió el chalé de La Moraleja y el piso de Sanchinarro. Y, pese a que la Organización de Artistas Intérpretes, Entidad de Gestión de Derechos Propiedad Intelectual (AISGE) le aporta una mensualidad, todavía no le alcanza para todo lo que tiene que pagar.
Cuesta creer que una artista tan talentosa y brillante como Concha Velasco esté en bancarrota.