El amor todo lo puede y todo lo mueve, aplica para todas las esferas sociales, incluso para los iconos de la televisión y famosos en general, y para bien o para mal, el nombre de Belén Esteban siempre ha estado bien posicionado en el consciente colectivo, con sus altos y bajos, sus mejores y peores momentos, como esa vez en la que se fracturó la tibia y peroné en directo, por suerte, la presentadora tiene un caballero encargado en cuidarla y protegerla todos los días de su vida, su marido Miguel Marcos.
A pesar de la edad, la pareja sigue unida, de momento, hasta el final
Cada año de vejez hace más difícil el tener hijos, y difícil se ve el panorama para la pareja, pero eso no resta fortaleza a su relación de más de tres años, la cual nos presumen goza de buena salud, basta con ver sus redes sociales, donde se ha visto a Belén Esteban publicando románticas fotos junto a su esposo, fundiéndose en uno con el ocaso mientras comparten un beso, o posando desde un mirador.
En un principio, Belén Esteban y Miguel Marcos no están casados a los ojos de dios, solo de manera civil, pero esto nunca ha sido un impedimento para alguno de los dos, y si la presentadora ya ha tenido buena cantidad de problemas a lo largo de su vida, poca relevancia tendrá un documento más o un altar menos, siempre y cuando el amor que exista sea verdadero, y esta vez sí, su hija tenga un padre, según palabras de la misma Belén Esteban, tirando una clara indirecta a Jesulín de Ubrique.
Belén Esteban habla de su éxito en la televisión y su trayectoria
Belén Esteban fue entrevistada por El Mundo a motivo de sus 25 años de trayectoria en televisión, una entrevista donde la presentadora se puso sensible incluso, y abrió su corazón para no dejar nada sin contar sobre su vida televisiva, una de las primeras cosas que se le preguntó era si se reconocía a sí misma al mirar 25 años en el pasado, a lo que Belén Esteban respondió que no:
“No. Es que esa Belén era... Miro para atrás y veo un cambio grande, pero también es cierto que siempre he sido una chica muy normal. Lo sigo siendo. Mis amigas son mis amigas de siempre, las de la infancia y me muevo por los sitios que me he movido siempre. Sigo siendo la chica que iba a la piscina municipal del barrio de la Concepción con toda la familia. Nos íbamos al río y estábamos todo el día jugando a las cartas, jugando al parchís. Era una chica normal, una chica feliz".
Además, añadió: “Es verdad que muchas veces me gustaría poder salir a la calle tranquilamente sin que me reconocieran, pero no me quejo. A mí la fama no me agobia. Hago mi vida normal. Mira, hoy he estado comprando en el Hiper Usera y aquí todos me conocen. Tú preguntas dónde vive Belén y todo el mundo sabe dónde vivo. Dónde compra Belén y te dicen dónde compro. Dónde desayuna Belén y te dicen dónde desayuno”, era lo que decía muy confiada la presentadora, quien a su vez afirma que aún en tiempos recientes se ponía nerviosa antes de cada entrevista, pero que a día de hoy, no más nervios.