Íñigo Onieva está ahora mismo en un proyecto interesante, pero sigue pensando en su antigua vida, algo que a Tamara Falcó no le gusta en absoluto y eso ha quedado en evidencia, ya que los roces se han dejado ver según lo que comentan los más cercanos a los recién casados.
El empresario se había quedado sin trabajo mucho antes de su boda, y aunque llevó a cabo varios algunos “proyectos”, lo cierto es que seguía sin nada fijo. Sin embargo, Tamara Falcó le ayudó para que no estuviera desempleado, sin ingresos y, por supuesto, sin nada que hacer. Lo enchufó en el café Gijón, un punto icónico de Madrid, el cual, junto a varios inversores, consiguieron sacar de la ruina. Ahora el plan es modernizar el lugar y hacer que sea un punto ideal para todo el mundo, proyecto que ha tomado Íñigo Onieva sin problema alguno, ya que forma parte del café Gijón como socio no mayoritario. Sin embargo, el esposo de la marquesa de Griñón extraña su vieja vida.
Íñigo Onieva quiere empezar negocios aparte, pero Tamara Falcó no está contenta con esto
Algo que muchos han llegado a comentar antes de la boda de la pareja es que Íñigo Onieva no había cambiado, que esto era imposible y que, seguramente, era mentira el arrepentimiento que tenía el empresario. Quizás de esto se esté dando cuenta Tamara Falcó ahora que su esposo quiere volver al sector del ocio nocturno, sector el cual conoce muy bien y con el cual está altamente relacionado. ¿Por qué quiere regresar a este sector? Pues porque extraña su vida pasada.
Aunque no llevan ni siquiera un trimestre estando casados, Ínigo Onieva extraña la vida que llevaba, en la cual se encargaba de trabajar de noche y disfrutar de esa vida, con todo lo que conlleva eso. Recordemos que este estuvo muy presente en la discoteca Lula en la cual trabajó, y al mismo tiempo de ese lugar surgieron testimonios de mujeres que aseguraron haber tenido algo con el empresario.
Lo que quiere el esposo de Tamara Falcó en estos momentos es lanzar sus propios negocios de ocio nocturno, algo que le ha manifestado a la hija de Isabel Preysler y a lo cual esta ha contestado con patadas, aclarando que no quiere en absoluto que él se vea relacionado con nada de eso. Se ha dado cuenta de que su esposo sigue siendo el mismo de antes, pero también sabe que si le da luz verde de trabajar en dicho sector, tarde o temprano le volverá a ser infiel.
Ya bien se lo decía su madre o sus amigos: Íñigo Onieva no ha cambiado. Ha visto una oportunidad en Tamara Falcó y por eso le rogó perdón, pero el empresario sigue siendo el mismo de hace tiempo y es posible que quiera volver a las andadas, pero ahora tiene una cadena que le detiene, lo cual es nada más ni nada menos que el anillo de compromiso.