No hay día que no se hable de la pareja que tendrá la boda del año en verano, Tamara Falcó e Íñigo Onieva, desde el año pasado el dúo ha estado en un no parar mediático, desde su separación por una infidelidad hasta su posterior reconciliación, el empresario y la hija de Isabel Preysler van camino a contraer nupcias en unos pocos meses.
Una de las cosas que no le gusta a Falcó de Onieva, es el trabajo que lleva en un club conocido como Lula, donde lleva una vida nocturna, pero a inicios de este año nos enterábamos de los cambios que intentaban hacer para favorecer la relación, como el hecho de que Onieva estuviese negociando su salida del club ya mencionado, y apegarse a un estilo de vida y trabajo diurno con el cual él y Tamara Falcó estén felices.
Después del perdón, Íñigo Onieva no se arriesga a perder su nueva oportunidad con Tamara Falcó
La separación de ambos llegó por una traición del empresario, la cual quedó inmortalizada en fotos donde se veía a Onieva intercambiando un apasionado beso con otra mujer, es por esto que a pesar de que hoy día están en muy buenos términos, y omitiendo el hecho de que Tamara Falcó llegó a salir con Hugo Arévalo, un amigo común de los dos, es entendible que el hermano de Alejandra Onieva quiera ser el caballero perfecto para su prometida.
Como dato curioso, antes de su ruptura la amistad con Hugo Arévalo era tal, que la pareja ya había decidido que de tener un hijo, él sería el padrino, información que contó en “El Programa de Ana Rosa” Isabel Rábago: "Su amistad era tan intensa que los tres se fueron a pasar el verano a Sotogrande. En medio de esas reuniones se plantean muchas cosas, como la boda de Íñigo y de Tamara. Le dicen a Hugo: 'El día que tengamos un hijo, tú serás el padrino'. Ese es el nivel de amistad".
Los planes de la pareja apuntan a lo alto y pronto
Una vez el horizonte se veía nublado, pero desde inicios de año todo eso ha quedado atrás y la pareja proyecta un futuro brillante y longevo, en el cual ya han aclarado algunas de las cosas que se plantean a futuro, por el lado de Tamara Falcó, hasta que llegue su boda a mediados de año, tiene pendiente terminar su curso de Cordon Bleu en el cual aún debe especializarse, además de seguir llevando “El Rincón”, herencia de su padre que comparte con Manolo, su hermano.
El Rincón serviría como un trampolín para la pareja, pues Tamara como ganadora del MasterChef deseaba abrir un restaurante temporal en el sitio, énfasis en temporal, pues el gran objetivo de la pareja es tener un restaurante en Madrid, todo esto sin entrar en su vida privada, donde se espera que vayan por el camino de la descendencia más temprano que tarde.