Tamara Falcó es una de las figuras más seguidas del panorama nacional. Cada uno de sus movimientos, aventuras y crisis ocupan los titulares semanales. En ocasiones, es ella misma la que se encarga de actualizar al público de lo que está pasando en su vida. Es por ello que nos hemos enterado de que está necesitando ayuda médica, en los últimos meses se ha ido haciendo más evidente. Pese a todos los esfuerzos por mantener buena cara y seguir adelante, lo que tiene la socialité no es sencillo de abordar. Te contamos más en las siguientes líneas.
Después de celebrar una de las bodas más mediáticas de los últimos años, todos están a la espera de la noticia del primer bebé. Tamara Falcó ya había comentado que su sueño es ser madre de una familia numerosa. Para esto no pueden esperar más tiempo, mientras que Íñigo Onieva tiene 34 años, ella ya tiene 42 años. Según la Clínica Universidad de Navarra, a partir de los 40 años las posibilidades de quedar embarazada descienden a 1 %. Claro está, cada condición es particular y en algunos casos la fertilidad no se ve radicalmente afectada. Sin embargo, para la marquesa de Griñón se está convirtiendo en un reto.
Ya hace muchos meses desde que la revista ¡HOLA! reveló que la hija de Isabel Preysler estaba siguiendo un tratamiento de naprotecnología. Es una ciencia que busca detectar específicamente cuáles son los impedimentos de salud que conllevan la infertilidad. No es un proceso individual, pues se evalúa y trata a la pareja en conjunto con el fin de facilitar la reproducción natural. Además de eso, admite: “Confío mucho en Dios, y si quiere que tenga hijos, los tendré”. Pese a todos estos esfuerzos, la diseñadora de modas sigue sin quedar embarazada.
Tamara Falcó se opone a la fecundación in vitro
En una entrevista con la revista Lecturas, Falcó afirmó que sigue acudiendo al tratamiento natural anteriormente mencionado. Ya lleva más de un año y podría tardar un año más hasta conseguir el deseado desenlace. También quiso dejar claro que no está relacionado con una técnica de reproducción asistida. En realidad, no está dentro de sus opciones. “Cada caso es particular y lo tienes que ver con tu director espiritual”, dijo. Al parecer, para poder recurrir a la fecundación in vitro, debe obtener la aprobación de su guía espiritual.
La enseñanza católica se opone a la inseminación artificial, la fecundación in vitro y otros procedimientos en los que la vida humana se genera en un laboratorio. Y es que estas técnicas de reproducción no son matrimoniales, por lo tanto, se estaría violando el respeto a la vida humana. Es debido a este pensamiento que la mujer de Onieva no está autorizada para concebir a su bebé de otra forma.
De cara al público, la aristócrata se mantiene ilusionada y optimista. No obstante, muchos empezaron a notar que hay noches en las que no duerme en su casa. Se desplaza a la propiedad de su madre, que queda a pocos metros de distancia de la que comparte con el ingeniero. ¿No estará necesitando ayuda profesional en este punto? La situación empeora, ocasionando problemas en el matrimonio.
¿Cumplirá Tamara Falcó su objetivo de ser madre naturalmente? Si tan solo la constancia fuera el ingrediente principal, hace mucho le habría dado la bienvenida a su primogénito.