Shakira está atravesando un periodo difícil respecto a la crianza de sus hijos, Milan y Sasha. Aunque ya llevan un tiempo viviendo en Miami, la transición desde Barcelona no ha sido fácil para los niños. La mudanza a Miami representó un cambio significativo en sus vidas, alejándolos de la ciudad en la que crecieron, donde tenían a sus amigos, conocidos, familiares, y, sobre todo, a su padre, Gerard Piqué. Este desarraigo ha sido una fuente constante de nostalgia y dificultad para los pequeños, que añoran volver a la estabilidad y familiaridad que tenían en Barcelona.
Milan y Sasha estaban muy integrados en su vida en Barcelona. Asistían a una escuela donde tenían amigos cercanos y estaban acostumbrados a la cultura y ritmo de vida de la ciudad. Además, la cercanía con su padre, Piqué, era un elemento crucial en la comodidad que sentían. La separación física de su padre y de la rutina que conocían ha sido un ajuste difícil para ellos. Pese a que Miami ofrece muchas oportunidades y una vida llena de actividades, no ha logrado reemplazar el sentido de hogar que tenían en Barcelona.
Milan y Sasha quieren volver a su antigua ciudad
Shakira ha tratado de hacer todo lo posible para que la transición a Miami sea lo más suave posible, por ejemplo, ha elegido una de las mejores viviendas de la ciudad, proporcionándoles todas las comodidades y también les ha pagado seguridad privada. Además, ha intentado mantenerlos ocupados y entretenidos con actividades y eventos. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, los niños siguen extrañando su antigua vida, pues la adaptación no ha sido fácil, y esto se ha reflejado en su actitud y comportamiento.
Este anhelo de los niños por regresar a Barcelona coloca a Shakira en una posición complicada. Como madre, está tratando de equilibrar su vida personal y profesional con las necesidades y deseos de sus hijos. Sin embargo, no poder cumplir con el deseo de Milan y Sasha de volver a Barcelona puede llevar a que algunos la vean como una madre que está anteponiendo sus propios intereses a los de sus hijos, aunque Shakira no quiere volver a Barcelona para no tener conexiones con su vieja vida.
La mudanza a la capital de Florida también ha sido una decisión influenciada por varios factores, incluyendo su carrera y la búsqueda de un entorno más favorable para su vida familiar después de la separación de Piqué. Sin embargo, esta decisión ha tenido un costo emocional significativo para los niños, tal como le ha dicho William Mebarak, padre de Shakira, a la cantante.
Los hijos de Piqué quieren estar cerca de él
El reto de equilibrar la estabilidad emocional de sus hijos con las realidades de su vida profesional y personal es una tarea monumental para Shakira. La nostalgia de Milan y Sasha por Barcelona es comprensible e incluso han expresado su deseo de querer volver a estar con sus padres. Unos cuantos días para estar con él no son suficientes y se lo han expresado a Shakira, pero es probablemente imposible que Milan y Sasha puedan volver a vivir en Barcelona.