Durante más de un año se siguió el rastro a la relación de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, desde su separación el año pasado nadie les quitó el ojo de encima y pudimos presenciar como la hija de Isabel Preysler encontró el perdón justo cuando su madre se separaba de Mario Vargas Llosa, una se iba y la otra volvía. De aquí en adelante el objetivo final era la boda, parecía que a pesar de las dudas que tenían algunos y todos los problemas económicos que surgían todo iba sobre rieles. La boda se celebraría, y así fue.
Sin embargo, esta expectativa parece haber hecho cierto daño a la imagen de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. La boda se convirtió en el objetivo final, no el inicio de un nuevo viaje, y esta percepción ha acabado cansando a los espectadores. Ya se han casado… ¿y ahora qué?
La pareja se ha estancado, no parece haber nada más allá de la boda
De cierto modo es normal esperar que los primeros meses posteriores a la boda no haya mucha novedad de parte de la pareja. Apenas tres meses después han finalizado su luna de miel, pero aunque ellos tengan sus planes sobre la mesa y una idea básica de lo que harán de ahora en adelante, de cara al público seguimos atascados en el día de la boda en los jardines de El Rincón.
Las redes sociales se han visto drásticamente afectadas por esto, tanto las de Tamara Falcó como las de Íñigo Onieva. El analista digital José Noblejas dedicó una explicación a esto, y desde el momento en el que la pareja se ha casado ha detectado una reducción en el “engagement” de Tamara Falcó en redes sociales, como si hubiera sido ocasionado por su unión con el empresario.
Las publicaciones que se ven en sus redes sociales tampoco dan solución a este asunto. Desde que están de luna de miel Tamara Falcó no ha parado de revivir el día de su boda a través de sus redes, aún tres meses después sigue publicando contenido capturado aquel día, lo cual ha generado una notable saturación por parte del público, pues el tema de la boda ya pasó y ahora llega a cansar.
Las cifras negativas se dan a notar, menos seguidores para la pareja
En su análisis, José Noblejas ha logrado dejar muy claro que Tamara Falcó está en números rojos, sus seguidores se han reducido en 1200 solamente en la primera mitad del mes de octubre. El desinterés se nota también en sus likes, que se han reducido en un 20%. Por su parte, aunque Íñigo Onieva no pierde seguidores tampoco gana demasiados, sus últimas publicaciones a duras penas acumulan los 5 comentarios y su crecimiento mensual es inferior al 1%, si es que eso podemos llamarlo “crecer”. Todo esto afecta en las ganancias que percibe la pareja a través de sus redes sociales, parece ser que la marquesa de Griñón tendrá que adoptar otras estrategias y dejar su boda donde pertenece, en el pasado.