Ya sabemos que el caso deLuís Rubiales ha empañado la victoria del fútbol femenino, por primera vez, en la historia, en el Mundial de Fútbol. Pero, las jugadoras han decidido 'hacer piña' y denunciar públicamente que no se pueden consentir este tipo de gestos. Recapitulando, Rubiales besó a Jenni Hermoso en la entrega de medallas de forma no consentida y esto no ha sentado bien al resto del mundo, es decir, la presión social ha podido con el Presidente de la Federación Española de Fútbol y ha pedido su dimisión. Sin embargo,Rubiales ha dicho que no dimitirá y ha sido la FIFA la que le ha tenido que dar unos días de reflexión para que piense bien su decisión. Mientras tanto, entre aplausos de hombres y caras largas de mujeres, las jugadoras de fútbol, han dicho que mientras que no cambien las cosas dentro de las juntas directivas, ellas no van a jugar más. Esto para el fútbol es un escándalo, ya que mueve miles de euros y más, tras ganar un título tan importante.
Pero, sin embargo, muchos son los personajes públicos que han denunciado que este gesto de Rubiales no ha sido muy acertado y hasta jugadores (hombres) de la Selección Española han dicho que no jugarán y que no quieren llevar el escudo de la selección si esto no se regulariza. Entre esas personas públicas, ha estado Irene Montero, Ministra de Igualdad, que ha denunciado este hecho como 'violencia sexual' y esto es un delito que no tendría solución. Si a Luís Rubiales le juzgarán por agresión o violencia sexual, esto implicaría una mancha en su expediente y podría ir a la cárcel de 1 a 4 años. Quizás es un poco drástica esta decisión pero, el infierno que le espera a Rubiales por un beso ''producto de la euforia'' podría ser más grave de lo que parece.
La madre de Rubiales y su huelga de hambre
Desde que se conociese la noticia y la viralidad del beso del Presidente a Jenni Hermoso, el linchamiento público ha sido exagerado, tanto es que ha llevado a la madre de Rubiales ha comenzar una huelga de hambre en una iglesia de Motril, donde lleva más de 48 horas sin comer, solo acompañada de su cuñada y el cura. Esto es algo que podría llevar a problemas graves a la madre de Luis pero, ¿será real? Lo que sabemos es que el Presidente de la RFEF no ha ido a visitarla y no está conforme con su decisión.