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El patrimonio inmobiliario de Alaska y Mario asciende a más de cinco millones de euros

Mario Vaquerizo y Alaska quieren tener un hotel cuando sean mayores

Viernes, 03 de mayo de 2024. 01:58
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Alaska y Mario Vaquerizo

Alaska volvió a ‘El Hormiguero’ por vigésima vez y recibió la tarjeta Infinity, que solo tienen cinco invitados. En esta ocasión vino a promocionar la película de ‘Garfield’, en la que ella ha puesto voz al personaje de Jinx. Es una de las artistas más consagradas de España y fuera de estas fronteras desde hace décadas. En todos estos años en el mundo de la música ha atesorado millones de euros que ha sabido invertir con cabeza. Ha apostado por el sector inmobiliario, y lo ha hecho en compañía de su inseparable marido, Mario Vaquerizo.

Por los fans de la icónica pareja, es sabido que viven en la famosa casa rosa de la calle Libreros, a unos metros de la Gran Vía madrileña. Pero poco a poco se han ido haciendo con otros pisos del edificio de 1900. Consiguieron poner ascensor ante la negativa de algunos vecinos, pero sus votos cada vez eran más. Ellos mismos se encargaron de todos los costes. Se compraron la casa azul, donde realizan fiestas con un ambiente más disco. También tienen una biblioteca en la parte superior. Incluso Marta Vaquerizo, hermana del ‘showman’ se compró una vivienda en el mismo edificio. Todas ellas las compraron al 50%. También le compraron la casa a su amiga Bibiana Fernández, que iba a ser embargada. Se trata de un chalet ubicado en Boadilla del Monte, en una parcela de más de 2.000 metros cuadrados. La utilizan como casa de verano y la compraron por 550.000 euros. Aunque no se conoce la ubicación exacta, en el reality también aparecía otra vivienda que usaban más como despacho, la casa verde.

Alaska y Mario Vaquerizo
Alaska y Mario Vaquerizo

Alaska y Mario sueñan con tener un hotel 

Quieren "quedarse con el edificio entero y los dos locales de abajo, uno ya lo tengo. Me he comprado la portería de mi edificio y la he convertido en vestidor. Nuestra idea es tener un hotel cuando seamos ya mayores”, añadía. "Creo en el ladrillo, no creo en los fondos de inversión, ni en los bonos. Eso siempre va a valer dinero. Soy muy hormiguita, pero también gasto”, finalizaba.

El valor de todas estas viviendas supera los cinco millones de euros. Su intención es construir un hotel cuando sean mayores.