La policía tailandesa ya ha sacado sus conclusiones y se ha cerrado el caso. Daniel Sancho confesó por tercera vez ser el asesino de Edwin Arrieta, doctor colombiano de 44 años y con el cual según mantenía una relación romántica. Una vez llevada a cabo la investigación, se ha podido concluir en que Daniel Sancho cometió un asesinato premeditado y en solitario, estando de acuerdo a que la pena de muerte es lo que debe pagar el chef.
Ya esto antes de hacerse oficial se sabía que el hijo de Rodolfo Sancho podría ser condenado a cadena perpetua o a pena de muerte, aunque lo segundo sonaba muy fuerte como para que fuera llevado a cabo. Sin embargo, la policía tailandesa está pidiendo pena de muerte, ya que es lo que suelen pedir en estos casos en el país asiático.
Tailandia forma parte de los 55 países en dónde la pena de muerte todavía está vigente, ya que en muchos otros países se ha retirado dadas las leyes actuales. Sin embargo, podría conmutarse esta pena de Daniel Sancho por cadena perpetua, aunque es algo que difícilmente pueda pasar.
El método que utilizan en Tailandia para la pena de muerte
En caso de que Daniel Sancho tenga que afrontar su destino y someterse a la pena de muerte en Tailandia, utilizarán un método que muy pocas personas conocen, pero que se ha visto en alguna que otra película: la inyección letal.
Tailandia legalizó tal inyección hace muchos años (concretamente, en el 2003), todo con la intención de dejar los fusilamientos de lado y buscar algo más “humano”. Fue así como desde entonces la inyección letal es lo que se utiliza en Tailandia para acabar con la vida de aquellos a los que tenga que someterse a la pena capital. Daniel Sancho podría ser víctima de tal inyección, la cual es una mezcla de sustancias químicas que actúan en el cuerpo casi de ipso facto.
Esta inyección está compuesta por 3 sustancias que son las que permiten que el preso pierda la vida. La primera sustancia en hacer efecto es una especie de barbitúrico, el cual hace que la persona vaya perdiendo el conocimiento lentamente, luego la segunda sustancia entra en juego como un relajante muscular que paraliza el diafragma, lo que hace que la persona no pueda respirar. Una vez estas dos sustancias hayan hecho efecto, la tercera causa un paro cardíaco en seco que termina, ahora sí, de quitarle la vida a la persona.
Aunque se han dado pocas ejecuciones últimamente en Tailandia, Daniel Sancho tendrá que pasar por el corredor de la muerte en la cárcel Bang Kwang, que se encuentra en Bangkok, aunque por ahora está muy tranquilo, tal como hemos podido saber, actitud que a los policías les ha dejado totalmente sorprendidos ya que lo normal es que el preso entre en pánico al saber que va a perder la vida.