Tamara Falcó no está pasando por su mejor momento. La marquesa de Griñón ha estado en el ojo del huracán mediático desde que decidió participar en un programa de televisión, lo que la sacó de la sombra de su madre, Isabel Preysler, y la convirtió en una figura pública por derecho propio. A diferencia de ella, sus vecinos no están acostumbrados al constante acoso de la prensa, que suele acampar a las puertas de su casa. Tamara siempre está en el centro de la atención mediática, especialmente debido a su relación con Íñigo Onieva, una relación que ha sido objeto de críticas desde el principio. Muchas personas han desaconsejado esta unión y sugirieron que Tamara debería romper con Íñigo. Incluso la boda que celebraron el verano pasado no fue bien vista por muchos.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva tienen planes de convertirse en padres en un futuro cercano, aunque por el momento esto no se ha materializado. La marquesa tiene previsto hacer el anuncio de manera exclusiva, pero hasta ahora no han tenido suerte. A Tamara le encantaría ser madre y, si no puede serlo de manera tradicional, no le importaría aceptar que simplemente no estaba destinado a ser. Ella atribuye esto a la voluntad de Dios. Sin embargo, surgen dudas sobre si su relación con Íñigo está siendo saboteada.
Tamara Falcó no consigue quedarse embarazada
En las últimas semanas, Tamara ha estado durmiendo en casa de su madre mientras Íñigo se queda solo en el apartamento de la pareja. Este hecho sugiere que algo ha ocurrido entre ellos, a pesar de sus intentos de negarlo. Aunque recientemente han protagonizado una escapada romántica para acallar los rumores, las declaraciones recientes de Tamara indican que ha habido malentendidos entre ellos. La presión de intentar convertirse en padres ha generado tensiones extremas, llevando a constantes discusiones en casa.
Tamara, visiblemente agotada por la constante atención y el bullicio que rodea cada una de sus acciones o inacciones, ha dicho: "No sé, creo que me tendré que acostumbrar a que esto sea cíclico". Esta situación la ha llevado a buscar tratamiento médico para alcanzar su objetivo de ser madre, y reza a Dios cada noche en busca de ayuda. Su nivel de nerviosismo, preocupación y estrés ha aumentado considerablemente, lo que ha provocado que su madre, Isabel Preysler, esté también muy preocupada por ella. Isabel sabe que esta situación está afectando profundamente a su hija, quien está lidiando con una considerable ansiedad y estrés.