Isabel Preysler es alguien que ha tenido la experiencia de pasar por la cama del mismísimo Julio Iglesias, la reina de corazones es una de las pocas mujeres en el mundo que puede gozar de hacer semejante afirmación, es esperable que, después de esto la madre de Tamara Falcó no se conforme con cualquier cosa, y aún así, Mario Vargas Llosa puede decir orgulloso que, lo logró.
El escritor siempre ha sido un amante fogoso
Los artistas son personas apasionadas, indiferentemente del arte, lo más esperable es que aquellos que alcanzan el éxito lo hayan hecho por alguna razón, y el Nobel de Mario Vargas Llosa no se encontrará en su estante por nada, por lo cual, esto es un indicativo más de lo que ya sabemos, el escritor peruano es un apasionado del arte de la cama, siempre se le ha conocido como un buen amante, y seguramente esto le haya beneficiado al intentar atraer la atención de la reina de corazones, quien inevitablemente cayó en sus redes, al menos, por varios años, se interpreta que los primeros de sus ocho años de relación hayan sido candentes y apasionados, ya luego la temperatura habría bajado varios grados por distintos motivos.
Sabemos que en el haber del escritor Preysler no es su única hazaña, con apenas 19 años ya estuvo involucrado con su tía política, Julia Urquidi, este nexo puede resultar confuso pues, la, en su momento, treintañera, era hermana de Olga, la esposa de Luis Llosa, quien también era hermanastra de Dora, la madre del escritor, pero esto no terminó acá, incluso estuvo con la sobrina de Julia Urquidi, Patricia Llosa Urquidi.
Mario Vargas Llosa, ¿acusa a Preysler de necesitar “ayuda”?
En febrero de 2023, el escritor publicó en “El Periódico de España”, un relato titulado “Los vientos”, el cual ya se ha citado algunas veces para hacer paralelismos con la vida de Mario Vargas Llosa, dicho relato venía en el suplemento “Abril” del ya mencionado periódico, de acá se extrajo el pasaje que se hizo tan viral, su “enamoramiento de pichula”, pero además, había otra sección que podría hacer referencia a detalles íntimos de la pareja, Vargas Llosa decía que no había tenido relaciones sin “ayuda química” desde hace más de 10 años, y asumiendo que no se trate de él, por descarte sabemos hacia quién iba dirigida semejante flecha envenenada:
“Tampoco imaginamos nunca que fuera tan común que las gentes llegaran a vivir cien años, y, sin embargo, ahí estamos un buen número de bípedos para demostrar que no era inalcanzable. Y, sobre todo, que hombres y mujeres pudiéramos durar tanto conservando la lucidez y disfrutando de la vida, incluido el sexo. No hablo por mí, claro, pero mucha gente que debe de tener mi edad, más o menos, disfruta todavía haciendo el amor, aunque yo no forme parte de ella (La última vez que hice el amor sin ayuda química fue hace unos diez años, creo, o por ahí, me parece)”.