La cantante, bailaora y gran artista María Jiménez perdía la vida el pasado jueves en Sevilla, tras los achaques de la edad y su dura enfermedad, la cantante nos dejaba con 73 años y un legado maravilloso, lleno de feminismo, humildad y sencillez. María Jiménez ha sido una de las mujeres más queridas de la música folclore española, lo que hacía ella, pocas artisas podía hacerlo. Se están yendo las grandes artistas de nuestro país, ya pasó con Rocío Jurado, Rocío Durcal o Carmen Sevilla y, esta semana, tras conocer el fallecimiento de María Teresa Campos, llegó la triste noticia de María Jiménez.
Entre escándalos, mucho arte y grandes voces, así transcurría la vida de María Jiménez. Además, la artista se caracterizaba por no tener pelos en la lengua, hasta le dijo a Pablo Motos, en una de sus últimas entrevistas, que ella iba una vez gratis, a la siguiente le tenía que pagar y entre risas, se recordaba ese gran momento. Pero, tras la muerte de la sevillana, la ciudad andaluza le ha dado una calurosa despedida a la que fuese una de las mujeres más reivindicativas de nuestro país, aún pasando el tormentoso fragmento de su vida con Pepe Sancho, que le llevó desde el maltrato hasta un amor inolvidable. Producto de este amor, nació Alejandro, su hijo y el responsable de comunicar la muerte de su madre: ''Ella no se enteró de nada, el día antes se estaba riéndo y al día siguiente se nos fue'', así hablaba su hijo a los compañeros de la prensa en Sevilla. Sin duda, una mujer que será recordada siempre, aunque su ''se acabó'', que será eterno, haya llegado para ella.
Multitudinario homenaje a María Jiménez en Sevilla. Su féretro ya va camino de la iglesia de Santa Ana, en Triana, entre los aplausos de la gente.
— RTVE Noticias (@rtvenoticias) September 8, 2023
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La sorprendente petición de Alejandro tras la muerte
Parece que María Jiménez lo tenía claro, quería que cuando se fuese, su despedida fuese algo especial, no fuesen llantos, ni fuesen momentos tristes, que se contaran anécdotas y se rieran. De hecho, ha sorprendido a todos pero, el hijo de María, ha confesado: ''Lo que tenéis que hacer es iros, tomaros algo y brindar por mi madre. Eso es lo que le habría gustado. Eso es lo que voy hacer yo'', confesaba en la puerta de la capilla. María Jiménez era una fiesta en sí misma y es la mejor manera de despedir a la cantante al ritmo de ''ahora ya, mi mundo es otro''.