El mundo del humor está de luto por la muerte de Paco Arévalo, uno de los cómicos de los setenta que causó sensación y que llenó mucho de los escenarios de este país (e incluso con Bertín Osborne). Además, conquistó a muchas personas con su carisma y talento pero, sin embargo, actualmente, no era muy bien considerado, por su tipo de humor, un poco casposo y algo diferente a lo que se lleva a día de hoy. Pero, si algo llamaba la atención era el amor que sentía por su mujer Elena, con la que tuvo cuatro hijos y con la que vivió 50 años de su vida, algo que sí que llamaba la atención, estar enamorado durante tanto tiempo, era muy complicado y más en el mundo en el que se movía. Eso sí, tras la muerte de su mujer tuvo que rehacer su vida y lo hizo con una de las mujeres más revolucionarias y sexys de nuestro país.
Malena Gracia ha sido una de las mujeres más sexys de nuestro país y la última pareja conocida del cómico. Ha querido darle su último adiós (aunque no fuese bien recibida en el funeral, por parte de sus hijos y en pleno directo) y en sus redes sociales ha escrito unas palabras de lo más emotivoas. Durante años, han protagonizado varias discrepacias en televisión, pero parece que Malena solo se ha quedado con lo positivo: ''Cariño te voy a echar de menos , me dejaste un gran vacio, hoy te lloramos todos los que te queriamos, apesar de nuestras diferencias en esta ultima etapa , siempre te quise y te querre D.E.P'', escribía la cantante de 'Loca', para despedirse de su gran amor, aunque hubiesen tenido malos ratos en los últimos tiempos. Además, se ha despedido también en persona, acudiendo al entierro del que fuese su pareja.
Arévalo perdió a dos hijos con poca edad
Parece que la vida no le sonreía del todo al humorista, aunque el se ganase la vida haciendo reír a los demás. Paco Arévalo tuvo 4 hijos con Elena, el amor de su vida, uno de ellos murió al mes y medio de nacer, de un fallo cardiáco y el otro, a los 26 años, un palo que le dejó profundamente triste y que nunca superó. Además, tenía dos hijos y tenía que hacerse el fuerte para estar delante de ellos con buena cara. Años más tarde, llegó la enfermedad de su mujer a la que acompañó hasta el último momento.