Una boda puede ser el mejor día de su vida para las personas involucradas, la planeación que lleva, sin embargo suele generar un estrés proporcional, todo debe ser perfecto, y más cuando la boda en cuestión se proyecta como “la boda del año”, nos referimos a la boda entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva, cuya historia han seguido los medios tan cerca como sea posible.
Ser la hija de Isabel Preysler tiene sus consecuencias
Aunque los protagonistas de la boda deberían ser, por ley, Íñigo Onieva y Tamara Falcó, la pareja del momento podría verse opacada por la madre de Tamara Falcó, la reina de corazones, Isabel Preysler, quien ya lleva desde hace meses con sus propias polémicas, mientras su hija se reconciliaba con su prometido por una infidelidad, Isabel Preysler anunciaba su separación del escritor peruano Mario Vargas Llosa, desde entonces hemos sabido que la reina de corazones se veía con un importante y bien posicionado empresario español, incluso durante su relación con Vargas Llosa, y entre indirectas y dardos venenosos, la relación entre los dos va de mal en peor, no como la de su hija, a quien podría robar el protagonismo en su propia boda.
En realidad, la celebración podría convertirse en el campo de batalla donde se batirán los egos de la madre de Preysler, y la madre de Onieva, Carolina Molas, quien también es conocida por su buen vestir, según desveló en Fiesta Marisa Martín-Blázquez, "Me trasladan que Isabel Preysler está inquieta por el protagonismo que pueda tener o no en la boda de su hija", dando a entender que, al menos para la reina de corazones, su protagonismo es una preocupación real.
Pero según comentaba la periodista, no es solo su protagonismo el que preocupa a Isabel Preysler, sino que le resulta preocupante igualmente el protagonismo que podría arrebatarle la madre de Íñigo Onieva, tomándola como una especie de “rival”, sin embargo, le tranquiliza que aún los preparativos para la boda no empiezan, y tiene tiempo de idear el estilo que va a utilizar para el tan esperado evento, ya que de momento no tiene nada, literalmente nada decidido.
Isabel Preysler no quería saber nada de Íñigo Onieva
Son conocidas las fotos que causaron la ruptura de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, esas donde el empresario estaba con otra mujer, y que hicieron que el mundo se le viniera encima, con el tiempo suficiente, la hija de Isabel Preysler encontró la posibilidad de perdonarlo, y eso nos ha llevado a la tan esperada boda, sin embargo, su madre parece no estar tan convencida, pudimos verla en 2022 cuando se destapó la polémica, se sabía que el empresario de alguna forma buscaba el perdón de Tamara Falcó, pero según informaba en Sálvame Alonso Caparrós, Isabel Preysler fue dura con Íñigo Onieva, y le dio una clara advertencia, "Íñigo, mantente alejado de mi hija. Ni la llames ni te acerques ni te pongas en contacto con ella", aunque también se dice que desde antes la relación entre Preysler y Onieva no era buena, "No empatizaban ni tenía buena sintonía con él", según Gema López.