La salud de Kiko Rivera es un tema que da de qué hablar, hace apenas unos meses, a finales de 2022 el DJ sufrió un ictus que lo dejó fuera de las tarimas un tiempo, después de un episodio así lo más entendible es que Kiko Rivera se preocupe por su salud, cosa que hace, y a la vez no.
Kiko Rivera pillado con las manos en la masa, o mejor dicho, en la hamburguesa
"Me he quitado unos kilos, he decido tomarme la vida de forma más tranquila. No fumo, no bebo, no me drogo", era lo que explicaba Kiko Rivera a David Broncano en su show de Movistar+, esta es una de las varias veces en la que el hijo de Isabel Pantoja ha expresado llevar un estilo de vida saludable, suele recalcarlo en redes sociales, pero parece ser que estas afirmaciones no son tan reales como podría jugar Kiko Rivera.
#VÍDEO | Kiko Rivera, fumando y comiendo una hamburguesa en plena calle momentos después de presumir de vida sana https://t.co/WzsVHsTVabpic.twitter.com/vGNeHalINq
— CHANCE (@CHANCE_es) February 1, 2023
El soplo vendría del medio Europa Press, del mismo día que Kiko Rivera se encontró con David Broncano, el DJ al finalizar el show, sería encontrado por las cámaras de forma poco conveniente si pensamos en su discurso de un estilo de vida saludable, pues estaba en medio de un encuentro extremadamente pasional con una hamburguesa hipercalórica junto a un piti que también se “zampó” como si fuera el último, esto ocurrió en las calles de Madrid, y la atención está en que Kiko Rivera había dicho que ambas cosas, hamburguesas y cigarrillos, estaban erradicadas de su dieta, la cual ahora estaba 100% enfocada a un estilo de vida sano, como había dicho instantes antes frente a las cámaras.
A pesar de esto el DJ cobra su dieta aparte en los eventos
Tomemos en cuenta este curioso e irónico acontecimiento o no, la verdad es que a Kiko Rivera parece no importarle y seguramente mantenga su nuevo negocio en pie, el hijo de Isabel Pantoja, con quien mantiene una dudosa relación, se ha reservado para ambientes más exclusivos y privados desde que le impactó el ictus, y entró al mercado con un precio de 7.000 euros por evento, más caro que algunos artistas, pero más económico que otros, manteniéndose en una postura competitiva y ofreciendo una propuesta que puede resultar atractiva para aquellas persona que estén dispuestas a pagar esa suma para disfrutar de sus servicios de DJ.
Sin embargo, hay letra pequeña en el contrato, pues Kiko Rivera no solo cobra los ya mencionados 7.000 euros, sino que además, exige que se pague aparte su dieta, la cual siempre mantiene es muy estricta y específica, por lo cual los contratadores deberán correr además con este gasto. El cambio físico de Kiko Rivera es notorio, y su dieta sí parece haberle hecho perder un par de kilos, pero después de lo que pasó en Madrid, no debería sorprender a nadie el encontrarse al DJ comiéndose apasionadamente otra hamburguesa en alguno de sus eventos privados.