El egreso del negocio español a los Emiratos Árabes Unidos ha sido muy notorio en los últimos años, generalmente escuchamos de aquellos lares por Juan Carlos I, el padre de Felipe VI que ha sido exiliado allá, pero la verdad es que hay personalidades las cuales han probado suerte en emprender de alguna forma allá, y les ha salido bien la jugada, como es el caso de la hija de José María Aznar, Ana Aznar, quien a día de hoy no se encuentra en España, sino compartiendo plano junto a Juan Carlos I, junto a su esposo, Alejandro Agag.
Promoviendo la Fórmula E en los Emiratos Árabes
Alejandro Agag es un hombre bien posicionado, junto con su esposa, la hija de José María Aznar, han “ido de cero a cien”, nunca mejor dicho, pues Agag se relaciona con importantes y adinerados nombres como el mismísimo emir de Qatar, Tamin bin Hamad al Thani, el multimillonario príncipe saudí, Alwaleed bin Talal, o incluso con el heredero de Jordania, Hussein bin Al Abdalá, hijo de Rania y Abdalá II, sin lugar a dudas, un popurrí de nombres con el que a cualquiera se le saldrían los colmillos por tener a tan poderosos seres asociados contigo, pues Alejandro Agag los ha juntado a ver las carreras que promueve, en este caso, la Fórmula E.
Como es notorio, las jet sets de España han aprendido a adaptarse bien al mercado, desplazándose hacia oriente, hacia donde han desviado las grandes inversiones y el mercado de lujo, esta situación sin embargo resulta una sorpresa para más de uno, pues pocos esperaban que el destino de la pareja sería este, después de haber tenido aquella boda en El Escorial a la cual asistieron casi 1000 personas, y que se consideró algo casi de la realeza.
Sin embargo, esto no se generó de la noche a la mañana, Ana Aznar y Alejandro Agag primero visitaron otros destinos, como Londres, a donde se desplazaron un año después de casarse, en territorio londinense Ana Aznar logró su doctorado en psicología, e incluso impartió clases en la Kingston University, aún completamente apartada de lo que le esperaba en los Emiratos Árabes.
Alejandro Agag por su parte se alejaba de su carrera política para emprender con la intención de seguir los pasos de su padre, que era un banquero, pero esto no fue lo que le trajo el éxito inmediato, sino que buscó otras alternativas, el giro llegó cuando decidió fundar su propio equipo de la segunda categoría de la Fórmula 1, las relaciones personales que obtuvo de esto lo llevaron a asociarse con nombres importantes, y años después compraría junto con Bernie Ecclestone y Flavio Briatore a los Queens Park Rangers, un equipo de fútbol inglés.
Alejandro Agag fue un visionario, la Fórmula E lo catapultó al éxito
Lo llamaron loco al querer llevar a cabo carreras con autos eléctricos, “parecían cortadoras de césped”, lo que no esperaban es Agag terminaría organizando eventos en ciudades a lo largo de todo el mundo, y sería comparado con Elon Musk en su campo, por su visión hacia el futuro en las carreras de coches.