En cada aparición de Jennifer López, queda claro que se mantiene fuerte y tonificada. A sus 54 años es de notar que una de sus mejores herramientas es la disciplina. Es su inagotable trabajo lo que inspira a tantas personas alrededor del mundo. Por mucho tiempo que pase, sigue estando más y más espectacular. No es algo que todas las celebridades puedan presumir, aunque sí hay un secreto que logramos descubrir en un descuido. Los paparazzi la pillaron en leggings sin push up. ¿La diferencia? Te contamos todo en las siguientes líneas.
En 2024, Jennifer López cumplirá 55 años. Y parece mentira que cada vez se sitúe más cerca de los 60 años, considerando que su herencia genética le permite estar casi tan en forma como una atleta. Asimismo, es importante todo trabajo en el gimnasio que nunca deja de lado. Como resultado, es dueña de una piernas bastante torneadas y un abdomen definido. Otro elemento para conseguir un cuerpo así de increíble es cuidar un sinfín de hábitos y detalles. Ha confesado que duerme más de 8 horas, no fuma, no consume alcohol o café. En su lugar, sigue una dieta estricta.
Pero hay una parte de su anatomía que siempre es objeto de admiración. En una incursión reciente al gimnasio, los paparazzi lograron descubrir un misterio. Parece que la retaguardia perfecta de JLo tiene truco.
La retaguardia de Jennifer López sin filtros ni leggings push up
En cada oportunidad que se le presenta, Jen intenta demostrar que está en excelente forma física y que sigue teniendo la misma silueta de hace 20 años. Lo que se volvió reiterativo es que lo hace bajo sus propios términos y condiciones, con la mejor producción. Su puesta en escena incluye los mejores planos, la luz que cae en áreas específicas, con la vestimenta más favorecedora y algunos filtros. No obstante, los paparazzi la pudieron fotografiar en una ocasión en la que tuvo menos ventaja. Así que se publicaron unas imágenes sin retoque alguno y en las que consta que su famosísima retaguardia no es perfecta.
Como decíamos, la estrella fue captada entrando al gimnasio. Estaba vestida con un top deportivo rojo y mallas a juego. Un conjunto que abrazaba su cuerpo como una segunda piel. Lo combinó con unas zapatillas de deportes de corte alto, blancas y con múltiples correas. También tenía unas gafas oscuras y una botella enjoyada en la mano con su apodo “JLo”. Y hasta aquí todo bien. Lo más impactante fue que su retaguardia no lucía realzada y tonificada como de costumbre.
Ahora bien, el cambio más significativo fue que López no vestía un leggings de realce o push up. Una prenda con costuras estratégicas para reducir visualmente la posible celulitis y elevar los glúteos. Es un diseño innovador que, además, consigue aplanar el vientre y lograr esa silueta de reloj de arena que suele tener en sus fotos. La realidad es un poco distinta, pero eso no quiere decir que no luzca increíble. Porque, después de todo, la intérprete es humana y puede tener defectos.
Jennifer López ofrece una imagen mucho más real en su llegada al gimnasio. De igual forma, sigue siendo una diva y sus secretos de moda jamás decepcionan.