El matrimonio de Tamara Falcó e Íñigo Onieva probablemente haya sido el evento más lucrativo para la pareja de toda su vida. Si bien tuvieron que gastar mucho dinero para pagar la boda e incluso se llegó a hablar de recortes porque Tamara Falcó no tenía suficiente dinero, las exclusivas habrían llegado para salvar su bolsillo.
Como ya sabemos, su matrimonio fue el más esperado del año desde que la pareja volvió a inicios de 2023 después de unos meses de tensiones donde parecía que la relación no tenía reparo, pero parece ser que con algo de tiempo y una conversación adecuada todo puede resolverse.
Todo por dinero, ¿pero hasta qué punto?
Sin embargo, hay una cosa que no podemos obviar en todo esto y es que Tamara Falcó no deja de ser hija de Isabel Preysleren ningún momento, una mujer que junto a su hija ha hecho lo posible en todo momento para explotar las exclusividades alusivas a su matrimonio. Con la boda tuvieron muchos ingresos sin lugar a dudas, tanto las Preysler como el empresario Íñigo Onieva, pero parece que entre tantos acuerdos y exclusividades no llegaron a pactar nada con relación al embarazo post-boda, principalmente porque no se tenía seguridad de si ocurriría o no, pero ahora que los esposos han terminado su luna de miel el interés público vuelve a rodearlos, el embarazo de Tamara Falcó se ha convertido en un anuncio que se espera tarde o temprano, pero aunque no se sabe cuál medio saldrá con la exclusiva, sabemos que Isabel Preysler sería la encargada de negociarla.
Cuando Tamara Falcó e Íñigo Onieva se casaron los rumores empezaron a rondar. Se pensó que la marquesa de Griñón quedaría embarazada casi de inmediato, pero las restricciones médicas salieron a la luz. Por su luna de miel y los lugares que visitaron en esta, la pareja requería medicamentos y vacunas determinadas que recibieron junto a la recomendación médica de no tener hijos, al menos por ahora.
La interacción de ciertas vacunas con el embarazo pueden causar malformaciones en el feto o incluso hacer peligrar la vida de la madre, por lo que todo tuvo que postergarse, por lo que Tamara Falcó e Íñigo Onieva no tendrían la luz verde para intentar tener a su primer hijo, pues no ha transcurrido el tiempo mínimo que se les recomendaba después de terminar su luna de miel, equivalente a unos tres meses.
Lo que podemos tener seguro es que para cuando ocurra ya todo estará más que planeado a nivel mediático pues el embarazo viene de camino, y aunque no sabemos cuando es cuestión de tiempo para que se levante cualquier recomendación médica preventiva y puedan dar la noticia. Eso sí, según se rumorea no saldría barato para los medios, pues la reina de corazones no baja la tarifa de los 500.000 euros por la posibilidad de revelar semejante bomba al mundo.