La Reina de Corazones es una personalidad que no deja a nadie indiferente. Este 2023 las noticias relacionadas con Isabel Preysler fueron constantes durante todo el año, especialmente por su separación del escritor Mario Vargas Llosa y la curiosa coincidencia en el tiempo con su hija Tamara Falcó, quien al mismo tiempo estaba volviendo con su actual esposo, Íñigo Onieva.
Basta tomar de ejemplo el caso de Isabel Preysler y el ganador del Nobel para ejemplificar que la reina de corazones tiene tanto admiradores como detractores, personas que le apoyan en sus decisiones y otras que nunca han llegado a tragarla, especialmente la aristocracia española.
Los aristócratas acusan a la Preysler de cazafortunas
Antes de toda la polémica de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, hay una longeva línea de tiempo donde figuran nombres muy interesantes en la vida de la madre de Tamara Falcó. Sin ir más lejos, Julio Iglesias, o el marqués de Griñón, Carlos Falcó, padre de la hija antes mencionada y responsable de que la filipina se haya convertido en la marquesa de Griñón durante los años 80 mientras estuvo casada con él.
Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero aún se recuerdan las reacciones de la relación entre Carlos Falcó e Isabel Preysler. De parte de la aristocracia española nunca se vio con buenos ojos a la Reina de Corazones. Cuando se anunció su compromiso los comentarios se volvieron aún más ruidosos, muchos aristócratas aseguraban que Isabel Preysler solamente se estaba casando con la intención de obtener un título nobiliario. De forma similar al caso de Jaime de Marichalar y la infanta Elena, donde sabemos a ciencia cierta que los planes del padre de Froilán y Victoria Federica eran precisamente obtener el estatus de una vida royal, aunque para eso tuviera que casarse y mentir en el currículo.
Tamara Falcó habla de la relación con su padre
Todos los comentarios y rumores que pudieron surgir durante los años 80 respecto a las intenciones de Isabel Preysler fueron insuficientes para detener al fallecido Carlos Falcó de contraer matrimonio con la mujer de la que se notaba que estaba perdidamente enamorado. Por parte de la Reina de Corazones, se cuenta que habría estado tan apresurada por casarse que renunció a la parte que le correspondía de su divorcio con Julio Iglesias. Gestionarlo todo hubiera atrasado aún más la gestión de su anulación de matrimonio, la cual obtuvo siete meses antes de casarse con Carlos Falcó.
Hoy día Tamara Falcó aún recuerda a su padre con enorme cariño y lo inmortaliza como un buen hombre, alguien que “se levantaba todos los días para cambiar el mundo y hacerlo mejor para todos”, un hombre que nunca dejó de lado a sus hijos y los apoyó en todo lo que necesitaron en todo momento. La marquesa de Griñón lo define como su confidente, y en más de una ocasión ha dejado claro que de tener que escoger a alguien, su elección siempre sería su padre.