Lejos quedan ya los días en los que Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa disfrutaban de su relación sentimental. Y es que no es que sea precisamente ningún secreto que el escritor peruano decidió poner punto y final a su relación con Preysler hace ya un tiempo, un golpe muy duro que ha dejado muy tocada a la madre de Tamara Falcó.
Es más, seguramente lejos de lo esperado incluso por la propia Isabel, esta ruptura sentimental así como diferentes polémicas que han rodeado su figura en los últimos tiempos han provocado que esa especie de protección de la que había gozado durante mucho tiempo por parte de algunos medios de comunicación haya ido poco a poco desapareciendo.
Es evidente que sigue siendo una de las celebrities más top de nuestro país, pero también lo es que todo lo que rodea Isabel Preysler ha dejado de tener ese aspecto de glamour y esa coraza que tenía hace ya un tiempo.
Isabel Preysler retoma sus famosas meriendas de los viernes
Cuentan desde el entorno de Preysler que uno de sus objetivos es volver a tener una vida rutinaria como siempre le ha gustado el color, de ahí que, como apúntame en medios como el mundo, la celebrity había decidido retomar una de sus rutinas semanales de la cual también forma parte en su momento Vargas Llosa.
Ya no es otra que la de sus famosas del meriendas con amigos y familiares las tardes de los viernes en su Villa Meona, una impresionante casa de más de 2000 m² en la que convivió en su momento con el escritor y en la que sigue viviendo ahora que está de nuevo soltera.
Eso sí, a diferencia de lo que ocurría en este tipo de meriendas cuando Vargas Llosa era la pareja deIsabel, ahora el cine ha pasado a un segundo plano, por lo que ahora es en estas meriendas ya no se aprovecha para ver ningún tipo de películas, sino para charlar tranquilamente con sus amigos íntimos. Seguramente en estos últimos meses para, entre otras cosas no hablar precisamente bien del escritor peruano.