Es bien conocido que Isabel Preysler no tiene una buena relación con la mamá de Íñigo Onieva y mucho menos después de que este jugara a ser infiel. El prometido de Tamara Falcó ha vuelto con ella pese a que le fue infiel. Fueron días muy difíciles para la marquesa de Griñón, pero esta supo perdonar a Íñigo Onieva y le ha dado una nueva oportunidad, por lo que los planes de boda se mantienen.
Carolina Molas, la madre de Íñigo Onieva, ve con buenos ojos esta reconciliación y se ha mostrado a favor de que la relación continúe y que la boda no se detenga, lo cual es el plan de la pareja. Sin embargo, Isabel Preysler está totalmente en contra de la relación de su hija con Íñigo Onieva, por lo que esta le tiene algo de rencor a Carolina Molas por pensar de forma opuesta, ya que si alguien es infiel será su hijo y la que se lleve el daño será Tamara Falcó.
Íñigo Onieva ha prometido no volver a fallar como lo ha hecho y se ha comprometido a serle fiel a su “único” y “verdadero” amor, Tamara Falcó, pero Isabel Preysler está muy en contra de esto ya que sabe muy bien lo que es una infidelidad, aunque no ha podido hacer más al respecto que bloquearle la entrada a Carolina Molas a Villa Meona.
La mala relación entre Isabel Preysler y Carolina Molas
Aunque en un principio esta mala relación no era tan evidente, conforme ha ido avanzando la relación entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva se ha podido ver que ambas "matronas" quieren hacer todo lo posible por sus propios intereses (y ni hablar de la rivalidad que tienen por verse mejor que la otra).
Isabel Preysler está totalmente en contra del matrimonio de Tamara Falcó con su prometido y esta se lo ha hecho saber, pero al parecer no le ha servido de nada. La socialité incluso ha llegado pedir ayuda externa, tal como los amigos de Tamara y el propio cura de la familia, pero Tamara Falcó está decidida en casarse con Íñigo Onieva luego del perdón.
Carolina Molas, por otra parte, apoya al cien por cien la relación de su hijo con la hija de Isabel Preysler y esto es algo que pone de los nervios a la Preysler, la cual parece que no quiere saber nada de la suegra de su hija y según fuentes cercanas a la residencia de la socialité, las puertas de Villa Meona están cerradas totalmente para Carolina Molas.
Falta bastante poco para la boda y se nota que los esfuerzos de Isabel Preysler son en vano, pues su hija sigue con Íñigo Onieva y se deja ver contenta en fotos a través de sus redes sociales, además de que ya ha hablado públicamente del perdón que le dió a su prometido y que hay que querer incluso con los errores.