La boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva era la boda más esperada del año en el país, todo el mundo estaba con los ojos bien abiertos ante este suceso y ya después del sábado 8 de julio de 2023 la pareja puede considerarse “marido y mujer”. La hija de Isabel Preysler ha continuado con la boda pese a todos los rumores y malos comentarios sobre su marido y lo infiel que le fue. Al oído de la prometida también llegaron los comentarios de muchos que decían que el matrimonio no dudaría mucho. Pese a todo esto, la boda siguió en pie y se consumió con éxito, aunque esto da que dudar.
Muchos podrían asegurar que la boda fue un desastre y aunque tiene anécdotas que le hacen ser un evento de lo más memorable, lo cierto es que también tiene sus puntos negativos. Es difícil que todo el mundo se comporte en una boda de 400 personas, entre los que se mezclaban invitados de Tamara Falcó y su prometido. También había personalidades importantes, de hecho, la mayoría podría considerarse como tal, pero es el número de personas lo que ha hecho que las celebraciones se fueran un poco de las manos.
Más de uno acabó bien borracho
Al ser la boda más importante de este año, el alcohol no podía faltar y este estaba al alcance de todo el mundo, sin importar nada. En plena fiesta de boda se dio el aviso de que se sirvieran bebidas a todo el mundo, y más de uno no se supo controlar. Aunque no hay nombres que hayan salido a la palestra por ahora, se sabe que algunos de los invitados vomitaron en los urinarios portátiles que estaban dispuestos por El Rincón, por lo que ya te podrás imaginar el feo resultado de estos “baños portátiles”.
No solo eso, sino que por la gran cantidad de personas importantes y por el flujo de “conversaciones importantes”, los choques se hicieron visibles y debido al alcohol más de uno discutió. Se habla de que incluso hubo peleas con todo y puños, pero no se sabe al cien por ciento. Lo que sí es seguro es que hubo al menos una discusión a todo pulmón en plena fiesta, pero como había un buen motivo para celebrar, todo el mundo reía y festejaba.
No solo están estos detalles, sino que también hubo mucho contratiempo antes de realizar la boda. De hecho, esta misma empezó 45 minutos más tarde porque el director creativo de Carolina Herrera seguía revisando el vestido de la prometida aún cuando ya estaba sobre la hora del compromiso.
Se dice que algunas discusiones también de cierta forma fueron provocadas por la espera y el calor, quienes al unirse luego con el alcohol pues dieron su peor resultado. A pesar de todo el “desastre” que pudo haber sucedido, Tamara Falcó e Íñigo Onieva son esposos ahora mismo y siguen celebrando, así que felicidades.