La madre de Tamara Falcó es una mujer muy influyente en el mundo top. Se toma en cuenta mucho su palabra como la socialité que es y al mismo tiempo podría ser considerada como una de las mujeres más famosas de España, y con razón, pues incluso ha estado casada con Julio Iglesias. Esto fue en el pasado, y si buscas alguna foto de Isabel Preysler cuando estaba junto al cantante te darás cuenta de que se veía muy diferente a cómo se ve hoy en día.
La diferencia en su rostro es obvia ante la vista de cualquier persona. La socialité ha hecho varios retoques en su rostro para poder aguantar el paso del tiempo, pero es que podríamos decir que a día de hoy Isabel Preysler es una mujer muy diferente a la que era en el pasado, y no estamos hablando de la forma en la que se comportaba ni de sus gustos, sino de su cara.
La nariz de Isabel Preysler es uno de los cambios más llamativo de la socialité
Isabel Preysler se ha hecho muchos retoques estéticos a lo largo de su vida. Pese a que tiene 72 años de edad, la socialité se ve con una piel muy tersa en su rostro, la cual llama mucho la atención a diferencia de otras mujeres de su misma edad. Sin embargo, se ha hecho muchas otras cosas en la cara, pero en lo que nos queremos centrar el día de hoy es en su nariz, ya que la nariz de Isabel Preysler llama mucho la atención si la comparamos con su antigua nariz.
Sí, puede parecer un poco confuso, pero lo cierto es que la nariz que tiene ahora mismo Isabel Preysler no es la misma con la que ella nació, y esto tiene todo el sentido del mundo, pues su nariz ya ha pasado por más de una intervención quirúrgica, para ser exactos, la madre de Tamara Falcó se ha sometido a 3 rinoplastias, todo para alcanzar los resultados que deseaba.
A la socialité no le bastó ni con una, ni dos, sino con 3 rinoplastias que se hizo para reducir el grosor de su nariz y hacer que la misma se viera mucho más fina. Se puede notar a la perfección el cambio de la nariz de la socialité a día de hoy en comparación a hace años cuando todavía no se había hecho ni una sola cirugía estética.
Isabel Preysler es muy adicta a mantener su buena imagen
Algo que sabemos de la suegra de Íñigo Onieva es que a esta le gusta mantener una imagen de primera sin importar las circunstancias. Mario Vargas Llosa ya había hablado respecto a esto, comentando que Isabel Preysler era una adicta a tener grandes cantidades de cremas que le ayudarán a cuidarse la piel y también a verse mejor, algo con lo que el escritor no se sentía identificado y por lo cual también sentía ligera repulsión.