Han pasado más de tres meses desde que Aran Aznar concedía sus últimas declaraciones públicas. Lao hacía en la revista 'Semana, donde desveló que había sido desahuciada de su casa, que se encontraba apenas sin ingresos y que había sido víctima de violencia de género. Una delicada situación que a día de hoy continúa sin superar, aunque sí está algo mejor.
"Estoy recuperándome. Las cicatrices están, porque lógicamente tengo placas y tornillos. Hice las rehabilitaciones y todo, tengo movilidad o sea, pero lo que más cuesta es el tema psicológico. Con los servicios sociales, que son encantadores, ellos tienen psicólogos y me han estado ayudando mucho. Ya he empezado a hacer un poquito de vida social", ha contado recientemente ante los medios de comunicación.
La situación con su expareja le ha llevado a la sobrina de José María Aznar a desconfiar de todo y de todos y a caer en una depresión de la cual está saliendo con ayuda de los profesionales: "Ahora mismo estoy trabajando en eso, en volver a ser yo. Ahora mismo no quiero que se me acerque ningún nombre. No es que me de miedo, ni rechazo, porque puedo charlar y tal, pero no más de la cuenta, que no me toque y no intente ligar conmigo", explica, asegurando que no quiere volver a tener parejas ni relaciones con ningún hombre.
Pese a su delicada situación económica y emocional, Aran se encuentra buscando trabajo, aunque es plenamente consciente de lo complicado del asunto, sobre todo por el tema de la edad y por su currículum en el mundo de la noche: "Siempre he tenido problemas para ello. Una vez estuve trabajando en un hotel cuando estudié turismo, de la cadena Aire, era DE Abel Matutes que fue un ex ministro de mi tío, no me renovaron el contrario porque decían que se les echaban los sindicatos encima. Yo creo que no es eso, es más la edad".
Además, ha querido matizar que su tío, José María Aznar, no tiene por qué hacerse cargo de lo que a ella le pasa: "Él no se tiene que apiadar de nada, él tiene su vida. Tengo más tíos y no les pido ayuda, yo me tengo que sacar mi vida, no tiene la obligación. No es que le justifique es que no necesito no tiene él que encargarse de mí con cuarenta y ocho años que tengo. Él nunca jamás, cuando era presidente algún primo que quería entrar en telefónica, pues no, no podía hacer eso, está en una posición en la que no podía meter a su familia, nunca lo ha hecho, eso es tráfico de influencias. No lo ha hecho nunca", aclara.