Si hay algo que recordamos cada mes de abril, es el momento de Elena Furiase en 'Password', hace ya 14 años. Sí, hay un momento de la televisión española, protagonizado por la actriz, que nos ha conquistado a todos y no solo porque ya es historia de España, si no porque ha sido uno de los grandes momentos de la televisión, las risas en directo y el recuerdo durante años, ha dejado sin palabras a más de uno. Pero, a la que no ha dejado sin palabras es a la propia Elena Furiase que está muy harta de que se lo recuerden cada 1 de abril. Aunque la actriz ha confesado que no tiene odio a ese momento pero, que sus amigos se lo recuerden, ya le parece demasiado.
Es complicado ser recordado por algo pero, más complicado aún es ser recordado por algo positivo y más en el mundo en el que vivimos. Sin embargo, hace ya 14 años, la actriz visitó el plató de 'Password', uno de los programas que se emitía en Cuatro y nos llevó a uno de los mejores momentos de la televisión. La concursante que jugaba con ella, tenía que adivinar la palabra que Elena estaba leyendo pero, sin embargo, por algo que pasó, no se enteró muy bien de la palabra y acabó diciendo ''Abril'' y la concursante le contestó ''Cerral''. Algo que ha quedado para siempre en nuestros corazones. Eso sí, parece que la hija de Lolita Flores, no está tan de acuerdo como los espectadores, ha confesado en una entrevista a Hoy Magazine, que está un poco harta: ''No le tengo odio a ese momento, de hecho, me encanta y me encanta que la gente me recuerde por eso. Pero, por favor, no me lo mandéis, mandaroslo entre vosotros pero, no me lo mandéis a mi. Yo lo hice, yo lo viví, pero ya está'', comentó.
La actriz es muy amiga de Ana de Armas
Se conocieron en el rodaje de 'El Internado' y, desde entonces, Ana de Armas no ha parado de crecer y, en la misma entrevista, comentó que a la cubana se le veía desde pequeña que quería ser una estrella y ha llegado tan lejos, como a Hollywood. Elena Furiase dice que está muy orgullosa de ella y de todos sus éxitos, para ella parece que no ha pasado el tiempo y se llevan (de bien) como el primer día.