Muere el humorista Paco Arévalo a los 76 años, uno de los mejores amigos de Bertín Osborne y con el que ha pasado mucho tiempo sobre los escenarios. Tras una carrera profesional que daba comienzos a principios de los setenta y por la que ha sido reconocido como uno de los personajes más importantes del mundo del espectáculo de nuestro país, se despide de nosotros, tras haber sido encontrado sin vida en su casa de Valencia, por su propio hijo. Una dura e inesperada pérdida que ha dejad impactado a todo el mundo de la interpretación, sobre todo, porque acaba de comenzar el año y no es nada fácil afrontar una muerte así, en estas fechas.
Arévalo ha hablado muchas veces en público de su relación con Bertín Osborne, sobre todo, porque el cantante de rancheras le ayudó en su momento más dificil, cuando nadie le llamaba para hacer espectáculos. Pero, sin duda, lo más sonado fue su última relación de amor, con la conocida Malena Gracia, un amor que sorprendió a todos, por los comentarios que hizo en televisión y que después de varias entrevistas en televisión, acabaron dejando por diferencias obvias (y no de edad). Pero, si hay algo en la vida de Arévalo que le marcó la vida, fue su gran amor, Elena, su mujer y con la que estuvo más de 50 años de relación y matrimonio, una mujer por la que lo dio todo y que le hizo crecer en el amor, más allá de lo que todo el mundo pensaba. Pero, hace pocos años, la mujer de Paco Arévalo, fallecía mientras él estaba sobre el escenario de gira, llevaba años luchando contra el cáncer y esto le dejó roto de dolor. Aunque el humorista, ya había aprendido a superar las pérdidas, había tenido muy mala suerte en su vida, en el terrreno personal y le hicieron ser diferente.
Las muertes que acompañaron a Arévalo
Parece que la vida no le sonreía del todo al humorista, aunque el se ganase la vida haciendo reír a los demás. Paco Arévalo tuvo 4 hijos con Elena, el amor de su vida, uno de ellos murió al mes y medio de nacer, de un fallo cardiáco y el otro, a los 26 años, un palo que le dejó profundamente triste y que nunca superó. Además, tenía dos hijos y tenía que hacerse el fuerte para estar delante de ellos con buena cara. Años más tarde, llegó la enfermedad de su mujer a la que acompañó hasta el último momento.