Ya sabemos queIsabel Pantoja está en su mejor momento profesional pero, está pasando por un mal momento personal, sobre todo, porque su voz se está viendo afectada por unos dolores de cuerpo que no sabía cuál era su procedencia hasta que le han diagnosticado una enfermedad en los huesos que la tiene muy afectada, sobre todo, porque ya ha tenido que cancelar uno de sus conciertos, el de Tenerife y, podría, tener que cancelar el próximo en Zaragoza, por este mismo motivo. El estado de salud de Isabel Pantoja está preocupando bastante, no solo a parte de su familia, si no también, a sus fans, porque la tonadillera no suele cancelar sus conciertos y menos por salud, ella siempre está al pie de cañón y, sin embargo, ahora, tras saber la enfermedad que tiene va por dos cancelaciones.
Pero, ¿sabías qué, Isabel Pantoja, aunque cancele un concierto ella sigue cobrando igual? Sí, al parecer sus nuevos representantes han hecho las cosas mejores que los anteriores (o las que hacía Agustin), si la artista se ve obligada a cancelar alguno de sus conciertos, esto podría ser compensado con cierta parte del caché, sobre todo, porque no se puede permitir cancelar y no cobrar nada, entonces, por ello, la tonadillera podría embolsarse hasta 80.000 euros por no celebrar su concierto, es decir, cante o no cante, gana dinero. Y, esto sale a la luz, después de saber que sufre una enfermedad llamada tromboflebitis, una enfermedad inflamatoria que puede provocar la formación de coágulos en las venas y que por lo general suele afectar a las piernas, con lo que le duelen mucho y no puede permanecer mucho tiempo de pie. Y, aunque sabemos que Isabel Pantoja es de esas artistas que está muchas horas sobre el escenario, sea como sea, le está afectando mucho este diagnostico. Aunque, por otro lado, como siempre, en la parte económica, la tonadillera lo tiene todo controlado, ella no pierde dinero.
Isabel Pantoja podría morir sola y sin familia
La cantante confesó a una periodista, hace ya unos meses, que no quiere saber nada de sus hijos, que no quiere que estén cerca y que cuanto más lejos mejor, sobre todo, porque quiere morir sola, nada multitudinario, no quiere que estén sus hijos ni nadie que le haya hecho sufrir. Si no están en vida, que tampoco estén una vez desaparezca. Isabel, lo tiene claro.