Si hay algo en esta sociedad que nos encanta, es criticar. Nos pasamos media vida criticando y la otra media durmiendo, así va el país. Pero, sin duda, lo que nos tiene activo siempre, es saber de la vida de los demás, eso nos encanta. Y, en este caso, de la deCristina Pedroche que, la presentadora, ha presentado su nuevo libro y está de promoción, está haciendo entrevistas y ha topado con personas con las que no le hubiese apetecido topar nunca, sobre todo, porque le han hecho reflexionar y sentirse mal, algo que tampoco es necesarios, según cuenta la colaboradora de Zapeando. Pero, hay momentos, en los que nos encontramos mejor y otros, en los que nos encontramos peor y, ahora mismo, Cristina Pedroche, ha confesado que está sensible y hay cosas que no aguanta.
La presentadora fue madre hace no mucho, de una hija preciosa y que está cuidando, ahora mismo, más que nunca pero, ella, nunca quiere abandonar el trabajo y sigue haciendo proyectos nuevos, de hecho, más de los que tenía antes, ahora, Cristina Pedroche, es un referente y todo el mundo quiere saber de ella. Pero, sin embargo, el otro día, acabó llorando, por culpa de una periodista y así es como lo ha confesado en sus redes: ''Ayer me pasó una cosa “rara”. Y me sentó bastante mal porque me preguntaron que si estaba embarazada. Y no, esa persona no lo decía de broma. Creía que este tipo de comentarios ya no se hacían, pero se ve que sí. Es verdad que estos días que estoy tan estresada, que no paro de trabajar y que no duermo bien tengo la tripa más hinchada pero de ahí a decir lo del embarazo. En fin, luego por la tarde tuve unas entrevistas por el libro maravillosas en las que los periodistas me trataron con un cariño increíble y me vine arriba'', confesó en su perfil de Instagram, un poco indignada por esta situación.
Pedroche está harta de que opinen de su cuerpo
Ya sabemos que las madres, necesitan un tiempo para recuperar su cuerpo, cien por cien y, por ello, es mejor no preguntar acerca de su barriga o sus ''kilitos de más''. Pero, en su publicación, Pedroche lo deja muy claro: ''Ojalá se acabara lo de opinar sobre los cuerpos de los demás, ¿no?'', lanzándole un zasca, en toda regla, a la chica que le preguntó por su barriga, sobre todo, porque no le gustó y no es de buen gusto.