Así como David Bisbal, muchos empezaron sus carreras en Operación Triunfo y consiguieron dedicarse a la música. Sin embargo, no a todos les fue tan bien. La tercera temporada de OT se estrenó en 2003, tras el casting, fueron seleccionados 17 concursantes. En esta edición resultó ganador Vicente Seguí, aunque hay otro participante prometedor que llegó a alcanzar el estrellato. Eso sí, su carrera no prosperó y cayó en la ruina poco después. Te contamos más.
Con tan solo 18 años, Ramón del Castillo quedó segundo en la gran final de la academia que descubrió a David Bisbal, OT. Pese a no lograr el éxito absoluto en esta edición, tuvo una gran oportunidad: representar a España en Eurovisión. Para llenarme de ti fue su primer sencillo y la canción con la que debutó en el Festival de Eurovisión 2004 que se realizó en Estambul, Turquía. No quedó entre los finalistas, pero su canción estuvo más de 8 semanas en las listas de ventas. En 2006, cuando ya tenía un segundo álbum, empezó su descenso en la música. Finalmente, el 2010 fue catastrófico y tomó la decisión de cambiar de profesión.
“La gente que manejaba mi carrera en aquel momento basó mi carrera en aquella canción. Después de unos años, me fui cansando y me dije: '¿Qué hago aquí?'”, concedió en una entrevista con ¡HOLA! Además de esto, explicó que su representante no hizo todo lo posible para conseguirle conciertos ni apariciones que pudieran hacerle notar, así es como dejó de tener protagonismo y su carrera empezó a decaer. No obstante, sus próximos pasos fueron formarse en Producción Audiovisual, trabajó en una productora de Noruega, encontró el amor y se reinventó.
El cambio de vida de un concursante de OT como David Bisbal
Tras unos años de probar suerte en Producción Audiovisual, regresó a España y se le presentó una propuesta laboral a la que no se pudo resistir. La hostelería, completamente distinta a todo lo que había hecho antes, un nuevo camino que le dejaría grandes alegrías. En ese tiempo conoció a una mujer, se casó y se convirtió en padre de dos: Gala y Nicolás.
Fue en 2020 cuando finalmente vio materializado un sueño: abrir un restaurante propio, Surkos. “Siempre había tenido la inquietud de mi propio negocio y encontramos este local, que es precioso y tiene mucho encanto, al borde del mar”, dijo a una revista del corazón. La pandemia supuso una complicación muy grande para el inicio de este restaurante. Aun así, logró salir adelante y actualmente le va muy bien. Una reportera de La 1 le cuestionaba el giro radical que dio en cuanto a su profesión, de cantante a dueño de un restaurante. “La verdad es que esa fue una aventura y esta es otra, muy diferente, pero bonitas las dos”, le contestaba.
De recitar increíbles canciones de amor como David Bisbal en OT, Ramón pasó a ser un experto en quesos y el propietario de un restaurante familiar. Una prueba de que sí existen las segundas oportunidades en la vida.