La muerte de Paco Arévalo ha sorprendido a muchos y sobre todo, por que no había tenido una causa muy probable, de fallecimiento, ha sido de forma repentina y nos recuerda a la de Itziar Castro. Pero, lo que sorprende es que nadie sepa decir absolutamente nada, antes de que salga la autopsia. Aunque es verdad que el humorista estaba mareado en los últimos días y tenía algunos problemas de salud, nunca esperaban que fuesen a encontrarlo sin vida en su domicilio de Valencia. Allí fue donde su hijo lo encontró, ya que fue alertado porque no le cogía el teléfono y se encontró con la situación, un poco complicada y traumática. Debe ser complicado tener la última imagen de tu padre así. Pero, ¿qué fue lo que le pasó a Arévalo?
Al parecer, horas más tarde, siguen esperando la autopsia del humorista, algo que nadie entiende. Pero, durante el tanatorio valenciano, su hijo ha querido hablar sobre lo que le ha podido pasar a su padre: ''Ha sido súper repentino, muy rápido, cuatro días que parecía que tenía gripe y ha ido empeorando. Yo creo que sí, que ha sido un infarto'', comentaba. Desde hacía un tiempo “respiraba mal”, pero nada le hizo pensar que terminaría llorándole tan pronto. “Ayer entré varias veces, le llevé zumo de naranja, le llevé varias cosas y ya la última vez que entré no me contestó, ya nos había dejado”, decía el hijo de Arévalo conteniendo la emoción al pensar en los últimos momentos con su padre. ''Es un hombre que siempre ha vivido para sacar una sonrisa a los demás. Me ha dejado un vacío enorme'', confesó muy afectado. Parece que tendremos que esperar para saber qué pasó a Paco Arévalo y la causa más definitiva de su muerte.
Arévalo perdió a dos hijos con poca edad
Parece que la vida no le sonreía del todo al humorista, aunque el se ganase la vida haciendo reír a los demás. Paco Arévalo tuvo 4 hijos con Elena, el amor de su vida, uno de ellos murió al mes y medio de nacer, de un fallo cardiáco y el otro, a los 26 años, un palo que le dejó profundamente triste y que nunca superó. Además, tenía dos hijos y tenía que hacerse el fuerte para estar delante de ellos con buena cara. Años más tarde, llegó la enfermedad de su mujer a la que acompañó hasta el último momento.