La vida de las superestrellas, al igual que la rotación de la tierra, no tiene descanso, durante los últimos años hemos visto los ires y venires del caso de Brad Pitt y Angelina Jolie, una pareja sensación cuya separación cayó como balde de agua fría para algunos, entre acusaciones sin fin y la intervención del FBI, el caso ha dado de qué hablar durante todo este tiempo, algo así como el más reciente Shakira-Piqué que sal-pica a más de uno.
Como se comenta al inicio de este artículo, la vida de las superestrellas no tiene pausa, y esto Brad Pitt lo entiende bastante bien, pues el año pasado tomó la decisión de adquirir un nuevo domicilio digno de reyes, literalmente.
Un castillo europeo, teletransportado fuera del viejo continente
La mansión en cuestión se asemeja más a un castillo sacado de la época de la Europa medieval, con la sorpresa de que está ubicado en el estado de California, Estados Unidos, en el enclave de Camel-by-the-sea, construída totalmente en piedra, dicha mansión tiene ya más de 100 años de antigüedad, pues su construcción inició en el año 1918 aproximadamente por el arquitecto Charles Sumner Greene para el escritor DL James, y posteriormente habitada por el hijo del mismo, el escritor Daniel Lewis James.
Sumner Greene encontraba inspiración en esta zona de California, por lo que desde dos años antes ya se encontraba por la zona, hasta que se encontró con DL James, y el resto es historia.
La adquisición no estuvo movida exclusivamente por un interés económico
Brad Pitt esun apasionado de la arquitectura, ha estado involucrado en proyectos arquitectónicos y demostrado más de una vez su gusto por el tópico, por lo que no es sorpresa que haya decidido adquirir una estructura tan destacable a la visa, en su momento rompió con las construcciones de la zona, hechas principalmente de madera, reemplazándola por granito, arenisca y piedra, desafiando además las leyes de la lógica al estar erigida sobre un acantilado, dando la impresión de que las paredes externas se salen del mismo.
Como no puede faltar, el “humilde” inmueble cuenta con un acceso a su propia playa privada y unas vistas que dejarán atónito hasta al más pintado. Antes de la adquisición por parte del actor, la vivienda se mantuvo deshabitada por varios años, a pesar de esto la adquisición le costó la friolera de 40 millones de dólares, lo que el actor lleva en el bolsillo un día cualquiera.
A pesar del valor económico del castillo europeo dentro de California, también conocido como “Seaward”, no es una propiedad excesivamente grande, con 300 metros cuadrados basta y sobra para dejar sin aire a cualquiera que se detenga un momento a apreciar la exquisita estructura que hace viajar 100 años al pasado.
Como es de esperar, esta no es ni de lejos la única vivienda del actor, sino que se suma a la larga lista de inmuebles bajo su posesión, junto a otros que se encuentran en majestuosas localidades como Mallorca o Nueva York. La nueva mansión de Brad Pitt es un castillo, está en un acantilado, tiene playa privada y cuesta 40 millones