La boda de Raúl Prieto y Joaquín Torres ha dado mucho que hablar en los últimos días. Y es que gran parte del universo Telecinco y rostros muy conocidos del mundo de la televisión han estado presentes durante el pasado fin de semana en Sevilla para compartir junto a la pareja uno de sus momentos más especiales.
Belén Esteban ha sido uno de ellos, siendo esta una de las mejores amigas de Raúl Prieto desde hace más de una década. De hecho, este fue el padrino de su boda junto a Miguel Marcos.
La colaboradora de 'Sálvame', que el pasado viernes de preboda lució un look de lentejuelas y una estola de plumas de color azul eléctrico, ha recibido muchas críticas por parte de todos aquellos que no han considerado adecuada esta elección.
Belén, que se ha convertido en el centro de las miradas, ha regresado a Madrid apenas sin poder hablar tras disfrutar al máximo este fin de semana inolvidable. "Fue una boda preciosa, llena de amigos, familiares, de gente que queremos. Les deseo una vida para siempre, y los que estuvimos allí, nos quedamos con todo lo que vivimos ahí", ha deslizado.
La tertuliana también tuvo la oportunidad de aclarar los comentarios en torno a su look: "Quiero aclarar una cosa. El día que iba de azul, es que la fiesta era de brilli brilli, teníamos que ir de brilli brilli", explicó con una sonrisa y haciendo oídos sordos a las habladurías.
A pesar de la resaca emocional de este gran evento, la de Paracuellos ha desvelado que ahora mismo está centrada en descansar antes de planificar su propia celebración de amor con Miguel Marcos. "No, no. Primero me tengo que recuperar bien de todo", aseguró con prudencia. Parece que la colaboradora se va a tomar las cosas con calma y cuidar de sí misma antes de embarcarse en nuevos proyectos: "Poco a poco, pero muy bien", confiesa a Europa Press.
Belén Esteban, tensa desde la reaparición de Jesulín de Ubrique
Durante las últimas semanas, el nombre de Jesulín de Ubrique ha vuelto a los medios de comunicación. El marido de María José Campanario ha vuelto a la vida pública y a los platós de televisión con el fin de facturar y de recuperar los ingresos perdidos durante los últimos tiempos.
Aunque el torero no ha mencionado a la madre de su hija Andrea y tampoco a esta última, lo cierto es que eso no ha evitado que Belén se haya mostrado tensa. No por lo que pueda decir, sino por la impotencia que le genera el hecho de saber todo lo que sabe y que, por respecto a que su hija les ha pedido que no hablen del tema en televisión, esta no pueda desahogarse públicamente y contar su verdad sobre el padre de su hija.