Todo se complicó gravemente para la familia real luego del caso Nóos, algo que quizás no muchos pensaban, pero sí, se han visto las consecuencias que ha acarreado dicho caso. La consecuencia más reciente es Iñaki Urdangarin, el cual ahora mismo es un clavo suelto para la familia real, especialmente para Felipe VI y Juan Carlos I, y por esto es que Zarzuela le ha pedido ayuda al emérito para rebajar las tensiones y conseguir que todo se lleve a cabo a la hora de firmar el divorcio de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina.
Recordemos que este divorcio no se ha firmado por el choque de intereses. El ex balonmanista quiere dinero y propiedades a cambio de su silencio, todo mientras que la infanta Cristina no quiere pagarle demasiado para no verle feliz con Ainhoa Armentia, la mujer a la cual ahora mismo más odia. Todo esto ha hecho que el cierre del divorcio no se haya podido llevar a cabo. Se decidió tomar una pausa durante verano, pero la negociación para llevar a cabo el divorcio se retomará este mes, por lo que muchos están a la espera de lo que va a suceder.
A la familia real le conviene tener a Iñaki Urdangarin callado
No es una opción que el ex balonmanista hable. Quién sabe los secretos que pueda tener el padre de Irene Urdangarin, y es por eso que toda la familia se ha propuesto a ser cuidadosa con él. Han accedido a muchos de sus términos y peticiones, pero hay algunas cosas que no le han agradado del todo al emérito y a la infanta Cristina. Esta última, en especial, entorpeció el proceso al querer colocar una cláusula para evitar que Iñaki Urdangarin pudiera casarse con Ainhoa Armentia, algo que le molestó mucho a su ex pareja.
Desde entonces, todo ha sido un tira y afloja, pero Zarzuela le ha pedido ayuda a Juan Carlos I para poder terminar con esto en septiembre. Al fin y al cabo, el emérito será el pagará la mayoría de lo que pide Iñaki Urdangarin, además de que también es él el que está ayudando a la infanta Cristina en temas económicos. Pese a todo lo que pueda pasar, el emérito también está interesado en acabar con esta pesadilla lo más pronto posible, pues no quería que su antiguo yerno ande libremente contando los secretos de la corona española.
Iñaki Urdangarin, por su parte, es conocedor del valor de la información que posee, por lo que la ha utilizado de estandarte en esta cruzada y no se ha dejado nada. Un hombre que no tiene nada que perder es peligroso, e Iñaki Urdangarin ya lo perdió todo desde el caso Nóos. Sin embargo, las posibilidades de que el divorcio se lleve a cabo son varias, por lo que lo mínimo que podemos hacer en estos momentos es esperar y ver como transcurre todo.