La relación entre los reyes de cara al público siempre ha querido dar la imagen de una relación amorosa, unida y cercana, con todo lo necesario para transmitir una unión sin igual a toda la nación, pero lo cierto es que esto es diferente de puertas adentro, ya que los reyes en su intimidad no se llevan ni la mitad de bien que lo que aparentan, y la razón es muy simple: ya no están enamorados.
El hijo de Juan Carlos Iya no es aquel joven príncipe de Asturias que estaba locamente enamorado de una periodista, ni tampoco se nota el mismo aprecio de parte de Letizia, aunque muchos indican que la consorte realmente se casó con Felipe VI con puro interés. No hay ninguna fuente que pueda probar esto, pero profesionales como Pilar Eyre están de acuerdo en que la reina consorte se casó con el hijo de Juan Carlos I solo para tener la posición en la que está, y las cosas que ha contado Jaime del Burgo han servido un poco para demostrar esto.
Sin embargo, ahora más que nunca se pueden notar las costuras en el matrimonio de los reyes, quiénes no pasan seguramente por el mejor momento de su historia desde el caso Nóos. A Letizia la están haciendo a un lado en la institución y las razones son claras, aunque Felipe VI también la deja a un lado, ya que no está enamorado de ella, o al menos ya no.
El rey Felipe VI estaba muy enamorado de su esposa cuando se casó con ella
Es imposible olvidar la anécdota de un joven príncipe de Asturias entrando a Zarzuela con una periodista a su lado. Fue un escándalo muy grande para los reyes eméritos y muchos en la familia no estaban de acuerdo, pero la peor negativa la tuvieron los Juan Carlos I y Sofía de Grecia, eso sin duda. De hecho, el propio rey emérito llegó a decir que Letizia era lo peor que había pisado Zarzuela, lo cual es muchísimo decir… aunque quizá no estaba del todo equivocado.
El caso es que Felipe VI estaba muy enamorado de aquella periodista y quería estar con ella, vivir con ella y casarse con ella, y aunque sus padres no estuvieron de acuerdo, este le puso un ultimátum a ambos: o se casaba con Letizia o sería un príncipe soltero el resto de su vida. Esto último era algo que los reyes no podían permitirse, además de que Felipe VI iba en serio. Estaba muy enamorado, y esta fue la carta ganadora del príncipe para que sus padres permitieran que estuviera con Letizia, pero el amor ya se ha ido, y lo único que quedan son muestras de afecto fingidas.
Pese a la crisis, Letizia tiene que fingir que adora a Felipe VI y viceversa
La posición que tienen los reyes es complicada. No son como otras parejas públicas que pueden separarse y listo, por lo que solo “actúan” delante del público y de las cámaras para seguir dando esa unión de pareja estable, pero lo cierto es que ya no duermen juntos, ya no cenan juntos e incluso están lejos el uno del otro la mayoría del tiempo. Felipe VI sigue con el papel porque es necesario, pero a la consorte Letizia le obliga Zarzuela, ya que no se pueden permitir que quede a la vista la lejanía entre los reyes, pero el problema es que en algún momento la reina Letizia podría hablar sobre esto.