El pasado año, una noticia acaparó la atención de numerosos medios de comunicación en España. A raíz del libro "King Corp" de los periodistas José María Olmo y David Fernández, se puso en tela de juicio la existencia de una presunta hija legítima de Juan Carlos I, identificada como Alejandra.
A diferencia de otras mujeres relacionadas con el rey, Alejandra no saltó a la fama como amante real, sino como posible descendiente directa del monarca. Y aunque el libro no menciona su nombre completo, muchos asociaron rápidamente la información con Alejandrade Rojas, hija de Eduardo de Rojas y Ordóñez y Charo Palacios, condes de Montarco.
Juan Carlos I y Alejandra de Rojas desmienten el escándalo
Ante las acusaciones, Juan Carlos I emitió un comunicado negando categóricamente la veracidad de tales afirmaciones. "Me veo obligado a desmentir de nuevo estas informaciones por el respeto a la verdad y al honor de todas las personas afectadas. "Niego absolutamente haber tenido relación amorosa alguna con la señora doña Rosario Palacios (q.e.p.d.) y consecuentemente haber tenido una hija con ella. Rechazo y condeno por falso cuanto se ha publicado en relación con este inventado asunto”. Además, amenazo con emprender acciones legales contra quienes difundieran informaciones.
La familia de Alejandra y la propia implicada también desmintieron la relación de parentesco con el rey. “Ante la noticia publicada la última semana como adelanto de un libro que se intenta publicar en breve, y el sinfín de noticias publicadas en prensa, radio, televisión y redes sociales sobre mi persona, me veo obligada a desmentir de forma tajante mi condición de ‘hija secreta’ del rey Juan Carlos, así como todos los comentarios vertidos sobre un supuesto trato especial recibido durante mi infancia o juventud, por esa falsa condición. Las noticias que se han venido publicando no tienen ningún fundamento y causan un daño casi irreparable a toda mi familia y por supuesto a mi persona, por lo que me reservo el ejercicio de acciones legales contra los autores y propagadores de las mismas”.
Alejandra de Rojas, desaparecida
Y tras esos comunicados, silencio absoluto. Alejandra de Rojas cayó en el olvido. Su presencia desapareció por completo. En el momento en que surgieron las acusaciones, ella atravesaba un proceso de divorcio, pero de pronto todo quedó envuelto en un silencio sepulcral. Incluso se ha especulado con que alguien en la Casa Real ha movido hilos para borrarla de un plumazo de la esfera pública. Es como si se la hubiera tragado la tierra. Además, tampoco se menciona nada sobre el controvertido libro ni se proporciona más información al respecto.