Desde que el mundo conoció los secretos mejor guardados de Letizia a través de Jaime del Burgo, nada ha sido igual para Zarzuela. Desde que cambiaron de Juan Carlos I a Felipe VI la corona se ha recuperado progresivamente de la mala imagen que dejó el emérito en base a sus negocios turbios e incontables relaciones extramatrimoniales, pero con el tiempo los actuales reyes construyeron sobre todo eso, en un buen y mal sentido, pues sus propios problemas empezaban a poblar los titulares y las costuras en su matrimonio se empezaron a notar, y para cuando el ex amante de Letizia abrió la boca había tanto daño acumulado que el matrimonio se desarmó por todo Zarzuela.
Ha sido muy difícil para Felipe VI y Letizia mantener las apariencias, el rey siempre fue consciente de que su esposa le había sido infiel y ha tenido el tiempo suficiente para perdonar, pero no olvidar. Sin embargo, el golpe mediático ha sido enorme y es por esto que se les ha dificultado tanto hacer de todo desde diciembre en adelante.
Letizia está al límite, no puede ni salir a la mayoría de eventos
La táctica de Zarzuela siempre ha sido la misma. Fingir ignorancia en todo aquello que se conoce sobre ellos. Desde que se conoció lo de Letizia y Jaime del Burgo no han cambiado demasiado las cosas de cara al público, ya que los reyes se mantuvieron presentes en los eventos siguientes como si nada, pero las apariencias no pueden mantenerse por siempre y el semblante de Letizia ha empezado a mermar con el paso de la semanas.
Durante las pasadas semanas el estado mental de la consorte había empeorado progresivamente. En principio logró mantener la compostura pero cada vez se le ha vuelto más difícil, al punto que su madre, Paloma Rocasolano está bastante preocupada por ella sin dejar por fuera la relación con su hermana Telma Ortiz, que también está directamente destrozada.
Pero durante los últimos días Letizia no podría haber ido más a peor, su estado mental es deplorable y en Zarzuela no saben muy bien qué hacer con ella pues está comprometiendo la correcta realización de varios eventos que estaban programados en la agenda de los reyes y que se han tenido que reprogramar o cancelar por el estado de Letizia.
La consorte apenas sale de Zarzuela, evita que empeore su imagen
Letizia siempre es de las que más se ha esforzado en aparentar normalidad en la casa real a pesar de cualquier problema que pueda haber, por lo que deja mucho que pensar el que sea ella quien se encuentra tan mal. Quiere evitar a toda costa que la cosas se puedan salir de control con cosas como preguntas inesperadas por parte de Zarzuela sobre sus infidelidades, no solo con Jaime del Burgo sino también aquellos que se tratan como un secreto a voces y que los medios buscan confirmar bajo cualquier método, por lo que tanto la consorte como la casa real están manejando de la forma más discreta posible los eventos públicos.