El delicado equilibrio entre la verdad y la discreción se ha vuelto a poner a prueba en la Casa Real española, esta vez con revelaciones explosivas que podrían haber sacudido los cimientos de la monarquía. En medio de lo que debería ser celebración por las dos décadas de amor entre Felipe y Letizia, el abogado Jaime del Burgo ha emergido como una figura central en una narrativa que ha mantenido a muchos en vilo.
Después de su ruptura con Telma Ortiz en 2018, Del Burgo ha vuelto a la esfera pública con declaraciones que arrojan luz sobre aspectos desconocidos de la vida de la reina Letizia Algunas publicaciones en la plataforma 'X' (anteriormente conocida como Twitter), las cuales ya han sido eliminadas, han revelado detalles sobre una relación extramatrimonial entre Letizia y Del Burgo. Este vínculo amoroso casi resultó en la ruptura del matrimonio real durante la crisis de 2013, inicialmente atribuida a las tensiones dentro de la Casa Real debido al caso Nóos.
Los orígenes de un amor prohibido
Aunque el nombre de Jaime del Burgo se hizo más conocido en los círculos reales de España tras su matrimonio con Telma Ortiz, la verdad es que Del Burgo y Letizia tienen una conexión que se remonta a su juventud, especialmente durante los días en que ella trabajaba en 'Informe Semanal' para TVE. De acuerdo con lo expuesto en el libro de Jaime Peñafiel titulado 'Letizia y yo', la relación entre Del Burgo y Letizia habría comenzado en el año 2000, durante un viaje a Venecia. Sin embargo, la relación enfrentó altibajos debido a problemas de comunicación. Del Burgo manifestó su deseo de casarse con ella, pero la relación terminó cuando Letizia anunció su compromiso con Felipe VI.
Sin embargo, esta separación no fue definitiva, ya que retomaron su romance de manera clandestina en 2010. Del Burgo ha revelado detalles específicos de la vida amorosa de ambos, mencionando encuentros secretos en viajes internacionales y en un apartamento alquilado en Madrid. Además, menciona la idea de tener un hijo por vientre subrogado en Los Ángeles. Incluso consideraron la posibilidad de mudarse fuera de España juntos.
La caída del telón: revelaciones explosivas
No obstante, el cierre definitivo de su relación llegó cuando Letizia vislumbró la posibilidad de ascender a la posición de máxima autoridad en España, tras la abdicación de Juan Carlos I. Fue entonces cuando la verdad salió a flote. Del Burgo decidió revelarle toda la verdad al rey, dejándole en claro su perspectiva: La boda de Letizia y Felipe VI no fue el resultado de un amor sincero, sino más bien una estrategia impulsada por su sed insaciable de poder y deseo de influencia. Jaime del Burgo la retrató como una mujer ambiciosa, dispuesta a cualquier cosa por ocupar el puesto más destacado del país, sin importar quién quedara en el camino Este aspecto de su personalidad, conocido desde hace más de dos décadas en la Zarzuela, especialmente por Juan Carlos I, ahora se exponía por completo. Aunque la realidad confirmaba sus sospechas, optaron por mantener este oscuro secreto por el bien de la Corona.