Los secretos amorosos de Máxima de Holanda han quedado al descubierto. Desde sus días de secundaria hasta su encuentro con el rey Guillermo Alejandro, Máxima ha cautivado a hombres de distintas esferas sociales. Todo esto ha sido revelado en el polémico libro "Máxima, la construcción de una reina" escrito por los periodistas Rodolfo Vera Calderón y Paula Galloni. La historia comienza cuando Máxima, desde una temprana edad, les indicó a sus compañeras de colegio que se casaría "con un noble". Aunque tenía claras sus ambiciones, esta declaración le ha valido duras críticas, siendo acusada de "cazafortunas" por muchos
Sin embargo, antes de cruzarse con Guillermo, la argentina estuvo relacionada sentimentalmente con varios hombres que dejaron una marca imborrable en su vida. Uno de ellos fue Tiziano Iachetti, su gran amor de secundaria, con quien todavía mantiene una estrecha amistad. Incluso, lo invitó a su boda acompañado de su entonces esposa, María Frers. Pero eso no fue todo, ya que, durante su etapa universitaria, se enamoró de Max Casá, un famoso chef conocido por su participación en el programa de televisión "Todo dulce". Su romance floreció en la Universidad Católica Argentina, donde ambos estudiaron Economía.
Federico de Alzaga, la entrada en los círculos aristocráticos
Sin embargo, el verdadero ascenso en la vida de Máxima comenzó cuando conoció a Federico de Alzaga, adentrándose así en los círculos sociales de la alta sociedad argentina. Lo que empezó como una simple amistad pronto se convirtió en un apasionado romance. "Máxima descubrió de cerca lo que era la verdadera clase alta argentina, sus códigos y costumbres", se revela en el citado libro. Y es que, la reina de los Países Bajos siempre ha tenido un gusto por los hombres atractivos y poderosos, y Federico, descendiente de Martín de Alzaga, cumplía con esos requisitos.
No obstante, sus planes de matrimonio se desvanecieron cuando Máxima de Holanda expresó su deseo de irse a vivir al extranjero después de completar sus estudios universitarios. Federico no reaccionó como ella esperaba, y la relación llegó a su fin. "Ella esperaba que él la retuviera, que le dijera que no se fuera y que se quedara con él. Pero nada de eso sucedió", revela una amiga de Federico en el libro. Fue entonces cuando Máxima lanzó el ultimátum que selló su destino: "O nos casamos o me voy".
Affaires en Nueva York y el fallido romance con un noble inglés
Tras esta ruptura, Máxima continuó su búsqueda del hombre ideal, aquel ‘noble’ con el que prometió casarse desde su juventud. En Nueva York, tuvo un romance con el exitoso banquero Orlando Muyshondt y también se involucró con un piloto de United Airlines. Pero fue Christopher, un noble inglés con estrechos lazos con la Familia Real británica, quien despertó las mayores expectativas en la reina consorte. Máxima creyó que había encontrado al indicado, al hombre con renombre y poder con quien su unión no pasaría inadvertida, pero esta relación también fracasó. Sin embargo, todo cambió cuando conoció a Guillermo Alejandro de los Países Bajos en Sevilla. Poco tiempo después, el 2 de febrero de 2002, Máxima y Guillermo oficializaron su unión en una histórica boda en la catedral medieval de Ámsterdam, cumpliendo su sueño de casarse con un ‘noble’, convirtiéndose en reina.