Todos sabemos que Alberto II de Mónaco está casado con una de las princesas más guapas que hay. Es considerada de esa forma por muchos y entra en la lista fácilmente, algo que ya muchas otras princesas de Europa querrían. Pese a su matrimonio con el príncipe Alberto II de Mónaco, Charlene de Mónaco parece que le gusta vivir más lejos de su marido que cerca y esto es algo que ha demostrado con el tiempo.
Todo indica a que la princesa Charlene de Mónaco lleva una vida completamente aparte de la de su esposo y solo está presente para los eventos importantes que requieren de su presencia. Sin embargo, hay otros eventos a los que simplemente no va, como fue el caso del entierro del rey Constantino II de Grecia, entierro al que no fue Charlene de Mónaco.
De igual forma, han salido a la luz propiedades que tiene la princesa y que le servirían como escape para esos días en los que hace su vida lejos de Alberto II de Mónaco.
¿Cuáles podrían ser los motivos de la “separación” de Charlene de Mónaco?
Esto es algo que ha estado en las bocas de muchos, ya que no dan crédito a que una princesa como Charlene de Mónaco haga su vida lejos de su esposo, pero al parecer es una situación que está confirmada desde que salió a la luz los indicios de una propiedad secreta que tendría la princesa en Francia y en la que pasaría la mayor parte de su tiempo cuando no está cerca de Alberto II de Mónaco.
No sé sabe exactamente cuáles podrían ser los motivos de la princesa para tomar esta “separación” de su esposo, pero podría ser por la presunta infidelidad de Alberto II de Mónaco. Es algo de lo que se ha hablado mucho, sobre todo en las noticias, pues al parecer el príncipe podría tener una amante con la que disfruta su tiempo libre. Sin embargo, otras fuentes apuntan a que quizás es por la probable homosexualidad del príncipe, algo de lo que se comentaba incluso cuando Grace Kelly aún estaba viva.
No se tiene una idea clara de porqué la princesa Charlene de Mónaco aprecia su tiempo lejos de Alberto II de Mónaco, pero es posible que sea por algo en concreto. Sin embargo, sigue dando la cara cuando la situación lo amerita, en eventos importantes donde su esposo necesite tener a su mujer al lado, ahí está ella, por lo que no ha olvidado sus obligaciones con la realeza.
De igual forma, no ha abandonado las obligaciones que le ocupan, pero vive su vida lejos de Alberto II de Mónaco, de hecho, se cree que la princesa podría vivir fuera de Mónaco cuando no tiene que prestar su imagen para eventos ni nada por el estilo de forma prolongada. Además, se habla de un acuerdo matrimonial que habría firmado la princesa para poder llevar su vida lejos de la de Alberto II, pero solo estando cuando sea necesario.