Los hijos de la infanta Elena son totalmente lo contrario a su madre cuando se trata de controversias. Mientras que la hermana mayor de Felipe VI es probablemente una de las figuras menos polémicas de los Borbón, sus hijos no salen de una polémica sin meterse de cabeza en otra. Ya se han encargado de Froilán, aunque tuvo que llegar a estar presente en una pelea con cuchillos para que los reyes “se ocuparan” del joven y lo enviaran con su abuelo a Abu Dabi donde se ha mantenido los pasados meses trabajando y con un estilo de vida completamente alejado de aquel que daba tantos problemas a la casa real.
De quien no se puede decir lo mismo es de Victoria Federica, la hija mayor de la infanta Elena y un alma libre por definición. Desde que dejó los estudios para dedicarse al mundo influencer se ha convertido en un elemento con el que la casa real no sabe exactamente cómo lidiar, pero podríamos esperar que sea enviada al extranjero tarde o temprano así como ocurrió con su hermano.
Victoria Federica pone en jaque a la casa real con sus intereses románticos
El pasado mes de septiembre de 2023 la hija de la infanta Elena fue vista en una de muchas fiestas a las cuales asiste, esto no es ninguna novedad ni presenta nada extraño a simple vista, pues actualmente Victoria Federica es “esa figura” que todos los eventos quieren por ser un imán de atención, indiferentemente de la controversia que genera.
Lo importante de esta fiesta en particular, es que Victoria Federica iba acompañada de algunos amigos, igualmente figuras influyentes en la juventud con enormes cifras que presumen en redes sociales, una de estas siendo Marta Díaz, quien tiene más de 3 millones de seguidores en Instagram.
Cuando llegó el momento de despedirse de sus amigos, pudo captarse en cámara cómo la hija de la infanta Elena y su amiga se despidieron con un “piquito”, lo cual despertó las bromas entre sus amigos, pero nada que le presente un problema a Victoria Federica, pero quienes empiezan a sudar son los de la casa real, que aún mantienen una imagen bastante distante de la normalización de la diversidad sexual.
No es la primera vez que pasa esto con la hija de la infanta Elena, ya que en el pasado también puso en jaque a la familia real debido a que a le gustaba una compañera de clase. Según Victoria Federica, lo que sentía era amor, algo que para la familia resultaba un escándalo increíble que no podían dejar salir a flote, por lo que decidieron enterrar esto. Con estas pruebas sobre la mesa, solo cabe decir que la hija de la infanta Elena es bisexual, o es probable que lo sea, aunque no ha tenido ningún interés romántico de su mismo sexo durante los últimos años, aunque este beso de piquito con su amiga Marta Díaz da mucho de qué hablar.