Todo el mundo es libre de darse sus gustos y de hacer lo posible por pagarlos, tal como es el caso de Felipe VI, el rey de España tiene un vicio que tiene que calmar al menos una vez por semana y todo el mundo en casa real lo sabe, ya que incluso varios otros miembros de la familia con viciosos. No hablamos de nada grave, sino de algo bastante delicioso, algo que de seguro todo español conoce por lo popular que se ha hecho esta comida hoy día: el kebab.
El vicio de Felipe VI es la comida y no hace caso a la reina Letizia
El rey Felipe VI tiene un vicio sano y cada semana envía a su guardaespaldas a buscarle kebab para comer en palacio, el cual no viene de su cocina ni mucho menos, sino que viene de un modesto local que lleva un hombre modesto. Bien al ver el local podrías pensar que en ese lugar no come la monarquía, pero lo cierto es que es el lugar favorito de los reyes para comer este plato.
Sí, Juan Carlos I también adoraba este mismo kebab cuando residía en España, y no solo él, sino también la reina Sofía, quién por ser griega conoce bien el kebab y también lo adora. Esta comida al parecer es la favorita de los reyes y el vicio que no les puede faltar. De hecho, Felipe VI pedía el mismo kebab en el mismo lugar desde que iba al instituto, por lo que no es un vicio que tenga desde ahora.
Y a pesar de que es un vicio que Felipe VI ha sabido llevar durante toda su vida comiendo kebab una vez por semana, pasó algo que casi pone en riesgo el vicio del actual rey de España.
Los problemas con Juan Carlos I han traído problemas a la dieta de Felipe VI
Felipe VI acostumbraba mucho a comer kebab traído de dicho local. Conoció tal sitio debido a su padre, por lo que las conexiones entre el cocinero (llamado George) y Juan Carlos I era evidente, o al menos eso era lo que decían. Sin embargo, ya que George se jactaba de cocinarle a los reyes y de contar alguna que otra cosita, cuando hubo el escándalo de Juan Carlos I, este dejó de recibir pedidos como antes.
Se presume que esto haya sido orden de Letizia Ortiz, la cual quería alejar todo mal comentario o implicación, y por eso la prohibición de que el rey no pudiera pedir Kebabs. Sin embargo, ahora mismo el rey podría estar disfrutando de su Kebab favorito, ya que ha pasado tiempo desde que Juan Carlos I se marchó de España y las cosas se han calmado, por lo que quizás este sigue disfrutando cada semana del vicio que tienen, mandando, claro, guardaespaldas a espaldas de su esposa para poder disfrutar de este Kebab como solía hacerlo desde joven.