En las últimas semanas, la Corona se ha visto envuelta en una serie de controversias que han puesto bajo la lupa la vida personal de la reina Letizia, quien hasta hace poco era considerada un modelo de virtud y elegancia en la Casa Real. Revelaciones recientes, provenientes de fuentes cercanas y expertos en la realeza, han arrojado luz sobre aspectos desconocidos de su vida, desafiando la percepción pública de la soberana.
Jaime del Burgo, ex cuñado de Letizia, desencadenó el escándalo al compartir en sus redes sociales detalles de una supuesta relación amorosa con la reina, tanto antes como después de su matrimonio con el rey Felipe VI. Estas revelaciones fueron solo el inicio de un cuestionamiento más profundo sobre la vida privada de Letizia.
Un secreto revelado: Los viajes de Letizia a una clínica de fertilidad en Valencia
La situación tomó un giro aún más inesperado con la publicación del libro "Letizia y yo" por parte del reconocido cronista Jaime Peñafiel, quien en una entrevista reveladora reveló que la esposa del rey quería huir con su supuesto amante a Estados Unidos para escapar de La Zarzuela. Además, también expuso los desafíos que Letizia enfrentó en su intento por concebir. Según Jaime Peñafiel, la reina había enfrentado problemas de fertilidad y había recurrido a tratamientos en una clínica de Valencia, a la que viajaba regularmente y sin escolta para mantener un bajo perfil, un detalle que se había mantenido en secreto durante años.
En la entrevista en el podcast ‘La reunión secreta’, el mencionado periodista indicó lo siguiente: "Recibo muchas llamadas y tengo una fuente fiable, desgraciadamente es fiable: dicen mis fuentes que Letizia tenía problemas para quedarse embarazada. Yo sé por otras fuentes que ella iba a Valencia donde se estaba tratando de problemas genéticos". Estas afirmaciones respaldan las revelaciones de Del Burgo, quien sostenía que Letizia planeaba tener un tercer hijo con él, pero mediante gestación subrogada.
El silencio de la Casa Real y las dudas sobre la paternidad
La presión por expandir la Familia Real y asegurar un heredero para la Corona llevó a Letizia a recurrir a métodos alternativos para concebir. Ante los fracasos en los tratamientos de fertilidad en Valencia, la reina se vio obligada a solicitar la ayuda de su hermana Érika, quien supuestamente cedió sus óvulos para que Letizia pudiera quedar embarazada. Este hecho, aunque no es inusual en muchos casos, agrega una nueva capa de complejidad a los recientes escándalos en los que la reina ha estado envuelta.
A raíz de esto, las teorías de que Leonor y Sofía podrían haber sido sometidas a pruebas de ADN para validar su parentesco con Felipe VI han corrido como reguero de pólvora, aunque hasta el momento carecen de confirmación oficial. La decisión de la Casa Real de mantenerse en silencio podría interpretarse de diversas maneras. Algunos sugieren que es una estrategia para evitar que estos escándalos se conviertan en el centro de atención en Zarzuela, mientras que otros ven en ello una aceptación implícita de las especulaciones sobre la genética de la Familia Real. En cualquier caso, el misterio que rodea a la reina Letizia y sus intentos de concebir sigue creciendo, dejando a todos con más preguntas que respuestas.