La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin dieron el “sí, acepto” hace 26 años. Después de tantos altibajos, presuntas infidelidades, el paso por la cárcel de uno y problemas económicos, firmaron el divorcio de mutuo acuerdo ante un notario el pasado mes de diciembre. La noticia se dio a conocer mediante la revista ¡Hola!, se desconoce la fecha exacta y tan solo han trascendido algunos detalles. Y aunque se veía venir, parece que el estado de la hija de Juan Carlos I y Sofía preocupa y mucho a sus hijos.
Lo cierto es que el arreglo final de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin llegó con algo de retraso. El 24 de enero de 2022 tuvieron que hacer pública su resolución “de común acuerdo” de finalizar su matrimonio, como decía la declaración emitida por la Agencia EFE.
La verdadera razón por la que esta nota se apresuró fue porque ya habían sido publicadas unas fotos del exduque de Palma con otra mujer en la playa. Lecturas dio a conocer que había una tercera en esa relación, ahora sabemos que se trataba de Ainhoa Armentia. De este drama ya han pasado muchos meses, por lo que sería de esperar que la Royal quisiera estar soltera cuanto antes. Error, lleva mal la ruptura y sus hijos se están turnando para acompañarla.
Miguel Urdangarin se muda con la infanta Cristina para cuidarla
Desde que Cristina de Borbón firmó los documentos de divorcio, ha afrontado las semanas más dolorosas de su existencia. En ese entonces, Irene vivía en Zarzuela con Sofía de Grecia y se estaba preparando para hacer su viaje de cooperante a Asia. La realidad, de pronto, era que estaba sola. Todos sus hijos estarían repartidos en distintos países. Y justo cuando se enfrentaba a este hecho, su tercer hijo le dio la noticia de que había decidido volver con ella a Suiza una temporada. Miguel, después de graduarse en Inglaterra, se instaló en Ginebra para cuidar a su madre y continuar sus estudios.
Los otros hermanos se quedaron aliviados con la compañía de Miguel. En estas semanas previas, Pablo había ido a visitarla, luego de que Juan lo hiciera. Lo que vieron en esos días los dejó intranquilos, el estado de su madre es pésimo. Intentó mantener la calma, con la esperanza de que todo se arreglara al final y no sucedió.
“La infanta Cristina se resistió como una jabata a divorciarse de su marido cuando todos se lo decían, que se divorciara, que lo dejara ella”, comentaba Pilar Eyre en su canal de YouTube. Contrario a lo que se cree, la cuñada de Letizia no tenía mayor interés que seguir casada y compartir su vida con Iñaki. “Ella esperaba tener un envejecer con él, esperaba que, cuando los hijos se fueran del nido, ellos estarían ahí, serían una pareja”, confirmó la periodista. De hecho, Eyre destacó que estaba dispuesta a asumir la carga familiar y que él no tuviera que trabajar.
Puede que lo que más desconsuelo le causa a la infanta Cristina es que Iñaki Urdangarin se quiere casar con Ainhoa Armentia, así de rápido.