Ahora que empieza 2024, los pasillos de Zarzuela deben sentirse un poco más amplios que el año pasado. Esto no tiene nada que ver con el cambio de año sino más con un proceso que empezó desde diciembre del año pasado, y es que ha habido mudanza de algunos elementos que hasta hace no mucho adornaban algunos lugares del palacio real, principalmente el edificio donde viven la emérita Sofía de Grecia y su hermana, la tía “Pecu”.
El destino de esta mudanza puede sorprender a algunos, y es que los muebles y objetos decorativos iban destinados al emérito Juan Carlos I. Desde hace tiempo se habría estado planeando la mudanza de algunos muebles que llevan tiempo en Zarzuela a cuidado de Sofía de Grecia, y que progresivamente se habrían estado enviando a Abu Dabi durante el pasado mes.
Las infantas ayudan a Juan Carlos I de cara a su cumpleaños
Dada la situación de Juan Carlos I desde el año 2020 cuando fue exiliado, resulta difícil pensar que haya organizado la mudanza él solo. En general la familia real tiene difícil acercarse a Zarzuela pues ni siquiera les dejan pasar la noche allí, pero a pesar de esto las infantas Elena y Cristina estuvieron fuertemente involucradas en esta mudanza, siendo quienes se encargaron de echar una mano a su padre para que le pudieran llegar todos los muebles y objetos decorativos que deseaba llevarse a Abu Dabi.
Esto coincide con el cumpleaños del emérito el pasado 5 de enero, una fecha muy especial para él pues decidió realizar una fiesta con un total de más de 100 invitados provenientes de todas partes del mundo y de todo tipo de escenas con la intención de hacerse un homenaje a sí mismo y a todo su tiempo como rey, a pesar de que abdicó a favor de su hijo hace ya varios años.
El cumpleaños del emérito se convirtió en un conflicto de intereses
A pesar de que muchos de los invitados de Juan Carlos I provenían de varias partes del mundo, aunque una cantidad considerable pertenecen a España, por lo que la asistencia de estas personas principalmente se vio afectada por el hecho de que más que una invitación, estaban eligiendo el bando al cual apoyaban. De un lado está Felipe VI y del otro Juan Carlos I, y aceptar uno sería automáticamente una traición para el contrario.
Por este detalle, muchos seguro se pensaron el asistir o no a la fiesta de Juan Carlos I. Sin embargo la fiesta del emérito tenía exactamente esto como propósito, el demostrar que a pesar de todo lo que ha pasado en los últimos años e incluso durante su tiempo como rey, a pesar de sus escándalos, sigue teniendo aliados en muchos lugares. Aún así, lo único que sabemos con total seguridad son 4 nombres que se ausentaron completamente de esta celebración: Felipe VI, la consorte Letizia, y sus hijas, Leonor y Sofía de Borbón.