A inicios de año teníamos la noticia de que la pareja real, el rey Felipe VI y su esposa Letizia tenían que emprender un viaje particular, nada imprevisto pues la historia que involucra dicho viaje no viene desde hace poco, sino desde el año 2010, cuando la casa real española recibió un generoso ofrecimiento.
Juan Ignacio Balada Llabrés era un empresario que falleció en el 2009, el cual había tomado la decisión de agregar en su testamento a la casa real, esto los tomó por sorpresa pues el susodicho no trataba con Zarzuela, como declaró Joseph Pons Fraga, periodista de “Última Hora” y amigo del difunto empresario: “No los conocía de nada. Sé que don Felipe tuvo muchas dudas y que aquello supuso un dolor de cabeza para Zarzuela, pero finalmente aceptaron. El príncipe pensó que ese dinero iba a ayudar a mucha gente en la isla. He coincidido con él en alguna recepción por ejemplo en la Almudaina y siempre ha mostrado interés en conocer cómo era en realidad el señor Balada”.
Felipe VI se mostró dudoso en un principio
No es para menos, una herencia de 10 millones de euros salida de la nada como mínimo activaría una alarma con alguien con dos dedos de frente, por lo que el rey después de deliberarlo concienzudamente, finalmente aceptó, como un dato adicional, dicha herencia tenía como destino el Estado de Israel, en caso de que los reyes no hubiesen aceptado.
Es a causa de esta herencia que volvemos a inicios de este año, al ya mencionado viaje programado de los reyes hacia una isla en particular, que según Vanity Fair, entre otras cosas, involucraba la inauguración de la Farmacia Llabrés, un lugar ya existente pero que fue rehabilitado para que pudiera operar de mejor forma la Fundación Hesperia, la cual se creó gracias a las decisiones de Felipe VI y Letizia.
El 50% de la herencia recibida de Juan Ignacio Balada Llabrés fue dirigida a la creación de esta fundación, mientras que la otra mitad fue directamente a los bolsillos de sus majestades y ocho de sus nietos, según los designios de Llabrés, además, la casa real acotó lo siguiente: “el Señor Balada dispuso en su testamento que la Fundación debería tener por objeto el estudio y el apoyo de la institución monárquica tanto en España como en el extranjero, así como su fomento a través de las ciencias y las artes”.
Felipe VI rechazó otra herencia años atrás
Puede ser curioso el hecho de que, aunque el rey acepte la herencia del difunto Llabrés, este en el año 2020 haya rechazado la herencia que le pudiera corresponder de parte de su padre, esto ocurrió por la investigación por la cual estaba pasando Juan Carlos I por un pago irregular que recibió en el año 2008, el comunicado oficial decía que se rechazaba "cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona".