Cuando se toca el tema del divorcio entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, por lo general la cara más visible y mediática es la de la cantidad de dinero que están intentando acordar sin que nadie se entere. El ex duque de Palma exige una buena compensación monetaria para no empezar a cantar, y a la infanta Cristina, Juan Carlos I, y el resto de la casa real, les interesa que no diga nada de más. Inevitablemente va a moverse mucho dinero, probablemente a nivel público no se conozca la cifra exacta, pues por algo estaban esperando la mayoría de edad de Irene Urdangarin, así podrían manejar todo de manera más discreta al cerrar por notaría, pero es difícil que no llegue a filtrarse información.
La otra cara del divorcio, las dolencias de la infanta Cristina
Olvidando la situación particular de los ex duques de Palma, no deja de ser un divorcio, una separación de personas y bienes, y una en la que muchas veces una o las dos personas principalmente involucradas tienen algún conflicto emocional, y parece ser el especial caso de la infanta Cristina, quien se vio muy afectada cuando descubrió que Iñaki Urdangarin le estaba siendo infiel con la que ahora es su pareja y posible prometida, Ainhoa Armentia. Mientras se mantenga en proceso el divorcio no sabremos mucho de planes de boda, pero lo cierto es que fue un duro golpe para la hermana de Felipe VI.
Según se ha informado con el tiempo, la infanta Cristina se ha visto tocada por las interacciones de Ainhoa Armentia con algunos de sus hijos, en principio la actual pareja de Iñaki Urdangarin habría hecho el intento de llevar con los hijos de ex jugador de balonmano, pero esto solo haría hacer sentir peor a la infanta Cristina, quien no solo tiene que lidiar con la pérdida sentimental de su aún marido, sino con su familia, pues tampoco es que la familia real le corresponda demasiado.
La infanta Cristina ha cortado la mayor parte de su relación con los Borbones, entre las exigencias de Letizia y otros motivos, la hermana del rey tuvo que tomar una decisión, su familia o la de Iñaki Urdangarin, y escogió la segunda, en principio la decisión resultó buena para la infanta Cristina, logró hacer muy buenas migas con la familia del ex duque de Palma, esa misma familia que ahora exige que Iñaki Urdangarin sea correctamente compensado o de lo contrario contarán lo que saben.
La infanta Cristina se queda sin familia, ni una, ni otra
El lugar que la infanta Cristina ostentaba en la familia de Iñaki Urdangarin ha sido completamente tomado por Ainhoa Armentia, algo que hará sentir muy mal a la royal es que esas personas que consideraba familia ahora son uña y carne con la nueva pareja el ex jugador de balonmano. Son tiempos difíciles para la infanta Cristina, y lo único que puede hacer es evitar perder más dinero en el divorcio.